Los científicos se suman al Plan Argentina contra el Hambre. El Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación convocó a investigadores y tecnólogos del sistema científico nacional a incorporar sus aportes en el diseño de políticas públicas tendientes a resolver la crisis alimentaria que atraviesa la Argentina. En las primeras horas, ya se presentaron 40 propuestas. El primer aporte que se puso en marcha es un desarrollo informático que ya le permite al Estado conocer datos sanitarios de la población infantil discriminada por territorio.

La iniciativa apunta fundamentalmente a investigadores que ya cuenten con resultados de investigaciones y/o desarrollos tecnológicos y sociales en torno a problemáticas vinculadas con el hambre y la pobreza.   

"La convocatoria es lanzada en el marco del Plan Argentina contra el Hambre y ya cuenta con 40 proyectos de investigación muy interesantes relacionados con la temática de emergencia alimentaria", explicó a PáginaI12 el ministro Roberto Salvarezza, quien señaló que están realizando un trabajo conjunto con el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales que encabeza Victoria Tolosa Paz, con el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y con el ministro de Salud, Ginés González García. 

Salvarezza subrayó la importancia de que el sistema de Ciencia y Tecnología aporte "sus capacidades y conocimientos" para diseñar de "forma transversal e interministerial políticas públicas que den respuestas a los sectores más vulnerables de la sociedad".

En esa línea, el ministerio espera, en un plazo medianamente corto, recibir proyectos y propuestas de investigadores de todo el sistema que aporten información ligada a garantizar el derecho a la alimentación; seguridad y calidad alimentaria y nutricional; políticas sanitarias, materno infantil, de primera infancia y adolescencia; educación alimentaria y nutricional; indicadores de calidad de vida, entre otras temáticas.

"Luego de evaluar la pertinencia de los proyectos, se realizarán reuniones de trabajo y las contribuciones serán canalizadas a través de las instituciones correspondientes", dijo Salvarezza.

En ese marco, el sistema científico desarrolló una herramienta informática que permite conocer información discriminada por territorio sobre el peso y talla de la población infantil, y de esa forma realizar un seguimiento de su situación nutricional. 

"Investigadores del Conicet crearon una plataforma informática que toma datos de más de seis mil centros de salud de todo el país, aportados por el Ministerio de Salud, lo que nos permite evaluar con precisión cuántos chicos, según la región, se encuentran en riesgo por su estado nutricional", explicó Salvarezza. Precisó que este instrumento informático habilita "mejorar la calidad de la formulación e implementación de las políticas públicas". 

"Es un herramienta muy interesante que le permite al Estado intervenir con mayor precisión, sabiendo de esa forma dónde impulsar mayor cantidad de tarjetas alimentarias, por ejemplo", agregó Salvarezza.

La incorporación del sistema científico a la lucha contra el hambre se suma a la adhesión que ya formularon las universidades nacionales. Las universidades de Quilmes, de Hurlingham, de José C. Paz, de Avellaneda, Arturo Jauretche (Florencio Varela) y de Moreno presentaron un documento que propone grandes lineamientos orientados al abordaje de la problemática alimentaria a corto, mediano y largo plazo.

Otros sectores de la sociedad como organismos de derechos humanos, sindicatos, miembros de la Iglesia católica y evangélica y empresarios también forman parte del programa que se materializa en el Consejo Federal Argentina contra el Hambre.