El mundo de la NBA esperaba con ansias el debut de Zion Williamson, y el pequeño fenómeno no defraudó con una actuación acorde a la expectativa que se había generado. En la caída de New Orleans por 121-117 ante San Antonio Spurs en la noche del miércoles y en un partido que fue televisado hacia todo Estados Unidos por una cadena naiconal, el número uno del draft se despachó con 22 puntos y siete rebotes, aunque lo más asombroso fue una racha de 17 tantos consecutivos en poco más de tres minutos en el cuarto final que dejó a los Pelicans con posibilidades de victoria, algo que finalmente no se pudo concretar.

"Fue todo lo que había soñado, excepto por la derrota", remarcó "La Bestia" tras el partido. "La energía que trajo la ciudad fue una descarga de electricidad. Estoy muy agradecido por lo que hicieron. Fue un sueño hecho realidad", relató el jugador de 19 años, que fue la atracción del partido que convocó a más de 18 mil espectadores en el Smoothie King Center de Nueva Orleans.

Después de deslumbrar en el básquetbol universitario y ser elegido el número uno del draft, Williamson tuvo que esperar tres meses y 44 partidos para hacer su estreno en la NBA tras una artroscopía a la que fue sometido durante la pretemporada para arreglar un problema en la parte lateral del menisco. Todo ese tiempo fuera de las canchas motivó que se redoblara la expectativa por ver en acción al jugador de 1,98 metros y 130 kilogramos, al que muchos comparan con LeBron James.

La inactividad pareció pasarle factura en las primeras dos acciones de su carrera en la NBA. Primero perdió un balón y luego falló una bandeja accesible durante el primer cuarto. Por eso recién consiguió sus primeros puntos en el segundo parcial, cuando tomó un rebote ofensivo y anotó un tiro corto con tablero. 

No parecía ser una noche particularmente destacada del debutante hasta el último cuarto, al que su equipo entró con una desventaja de 12 puntos. Sin embargo, el ex jugador de Duke mostró en tres minutos y ocho segundos todo lo que es capaz de hacer: anotó cuatro triples consecutivos en cuatro intentos, consiguió un doble tras recibir una tapa y culminó con éxito un alley oop en combinación con Lonzo Ball. Su ráfaga en 188 segundos puso en partido a los Pelicans, que llegaron a pasar al frente por 107-106 con el cuarto triple de Williamson, una faceta desconocida hasta ahora de su juego.

"Cuando no puedes moverte ni hacer movimientos atléticos por un tiempo, y lo único que puedes hacer es lanzar tiros en suspensión, esto es el resultado de eso", explicó Williamson sobre su llamativa efectividad. Hasta ahora, su máxima cantidad de triples anotados en la universidad habían sido tres, marca superada en su primer juego en la NBA. Y también se convirtió en el primer jugador en lograr cuatro triples o más, sin fallar, en su partido debut en la competición. 


Más allá de que el alero fue clave para la remontada de los Pelicans, el entrenador Alvin Gentry no se apartó de los planes previstos y reemplazó a Williamson a falta de cinco minutos, con el objetivo de dosificar sus esfuerzos. Sin su as de espadas, New Orleans llegó con opciones a un minuto del cierre, pero cayó 121-117. 

"Zion no se sintió muy feliz al respecto", destacó Gentry sobre la decisión de que Williamson no jugara más de 18 minutos. "Pero no podemos sacrificar todo su futuro por una pequeña cosa", añadió. El propio jugador aceptó la estrategia. "No quería restricciones, pero no soy médico ni entrenador, así que tengo que escucharlos", remarcó Williamson, que completó su planilla con 22 puntos (4-7 dobles, 4-4 triples y 2-4 libres), siete rebotes y tres asistencias en 18:18 minutos en el campo. El dato negativo de su estreno fueron las cinco pérdidas que tuvo.

Así pasó el debut más esperado de la temporada. Si bien no tuvo ninguna de las jugadas espectaculares a las que Zion había acostumbrado a sus fanáticos durante su etapa universitaria, "La Bestia" dejó en claro que es un jugador especial, llamado a hacer historia en la NBA.