La indagatoria fue breve, aunque no dejó de tener momentos tensos. Cristina Fernández de Kirchner fue sarcástica diciendo que vive con su perra y que le pregunten al propio juez Claudio Bonadio cuánto es su pensión como viuda, dado que el magistrado tiene embargada incluso esa pensión. Después entregó, junto a su abogado, Carlos Alberto Beraldi, un escrito de 45 páginas que constituye un alegato jurídico-político despiadado. El texto resume con inusual dureza toda su situación judicial –en la causa Los Sauces, pero también en los demás expedientes–, y que concluye con una afirmación tajante: “Soy objeto de una persecución judicial y mediática que no registra antecedentes en el país”. Finalmente, CFK se retiró saludando al fiscal Carlos Rívolo, a los empleados, y sin dirigirle ni la mirada a Bonadio.

En teoría, el magistrado tiene ahora diez días para resolver la situación de todos los imputados, pero el rumor en Tribunales es que Bonadio no consiguió los elementos necesarios y hará varios movimientos inesperados para ganar algo más de tiempo. En primer lugar, que llamará a indagatoria a los responsables de Solvencia Crediticia y Siempre Joven, mutuales que otorgaban créditos a beneficiarios de la Anses. Las entidades ocuparon el octavo y noveno pisos de Madero Center, mediante un contrato de alquiler genuino, pagando mensualmente con cheque. Cuando la propia ex presidenta le puso límites a la operatoria de las mutuales que otorgaban créditos a beneficiarios de Anses, se canceló el contrato y esas oficinas fueron alquiladas después por las empresas de Cristóbal López y Fabián De Souza. En su declaración indagatoria, López mostró varios contratos de alquiler de sus empresas, en las que se pagaron precios muy similares a los de Madero Center, las oficinas de Los Sauces. Lo concreto es que las nuevas indagatorias y algunas otras medidas que tomará el juez hacen prever que no habrá decisión dentro de los próximos diez días. 

En el durísimo escrito presentado ayer, CFK argumentó, palabras más, palabras menos, lo siguiente:

Esos son los argumentos de CFK, pero todo indica que no importan. Bonadio se tomará más tiempo, buscará algunas alternativas y es seguro que va a procesar a la ex mandataria y a la mayoría de los imputados en Los Sauces por algún delito. Lo hizo indefectiblemente con los funcionarios del gobierno anterior. 

El magistrado pasará por encima de un obstáculo que patentiza la falta de pruebas: no les encontró a los Kirchner ni sociedades ni cuentas en el exterior ni dinero oculto ni propiedades sin declarar ni movimientos de fondos que se hicieran en efectivo o sin cheque de por medio. 

Como ya dijeran los tres integrantes de la familia en sus declaraciones, no es un tema judicial, es un tema político. 

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