La muerte de seis niños, cuatro de ellos por desnutrición, en los departamentos San Martín y Rivadavia, en el Chaco salteño, reavivó el alerta en las comunidades originarias que habitan esa zona. Este martes vecinos de Los Blancos, ubicado en el departamento Rivadavia Banda Norte, decidieron protestar en el Centro de Salud para pedir una nueva área operativa sanitaria

Esto implicaría poder contar con un mini hospital, además de médicos e insumos. Eso al menos correspondería según se entendió. Aunque desde el Hospital quienes están a cargo afirman que les llegan menos insumos hospitalarios de los que solicitan.

“Desde el viernes, que la médica tomó licencia, están sin médicos”, dijo la concejala Ana Saravia, del pueblo de Coronel Juan Solá (más conocido como Morillo, por la estación de trenes), ciudad cabecera de Rivadavia Banda Norte. La edila acompañó a los vecinos en la protesta. Para este jueves se prevé que el secretario de Salud provincial, Antonio de los Ríos, visite la zona para dar respuestas a los reclamos.

En Los Blancos, a casi 36 kilómetros de Coronel Juan Solá, es donde fue atendido el último niño desnutrido de un año y 10 meses que falleció en la ambulancia mientras era trasladado a otro hospital de mayor complejidad. Según contó el cacique de Los Blancos, Eligio Suarez, la ambulancia se había quedado tres veces en el camino antes de dejar de funcionar en Hickman (localidad del departamento San Martín en el límite con Rivadavia). La criatura falleció en la ambulancia.

Saravia indicó que actualmente hay una sola ambulancia para hacer todos los caminos del área operativa 4, de Morillo. Ahora los vecinos de Los Blancos quedaron además sin médica. Antes de irse de licencia la profesional había dejado de recorrer otros parajes ubicados a 50 kilómetros a la redonda de Los Blancos. La especialista hacía el recorrido una vez por semana. Al no haber ambulancia no se podían hacer los recorridos programados.

En la zona actualmente hay un solo vehículo que debe salir con pacientes que requieren atención en hospitales de mayor complejidad, como los de Orán (en el departamento homónimo), o Tartagal (en el departamento San Martín).

La situación se complica aún más en parajes como San Patricio, a 45 kilómetros de Los Blancos y 84 kilómetros de Morillo. Si bien en ese lugar hay una salita y un enfermero, el agente ahora también se encuentra de licencia y no fue reemplazado. Además, “cuando llueve no puede llegar”, por los caminos de tierra que se vuelven intransitables, contó Félix Paz, cacique de ese paraje donde viven unas 100 familias. El agente sanitario recorre la comunidad pero “prestadito”, porque es de la zona de Morillo.

Para poder comunicarse con la salita de Los Blancos cuentan con una radio VHF. Si no hay médico, son los vecinos quienes quedan a cargo de la comunicación. “Pero por lo menos tendría que haber un operador atento porque a veces llamamos y los enfermeros están ocupados”, y por lo tanto no los atienden, contó Paz. Dijo que en esas esperas “hubo chicos con convulsiones, mujeres que parieron en sus casas o gente que se puso mal, y muere”.

Pagar por todo

Para tener agua potable la comunidad la extrae del pozo de la escuela ubicada en San Patricio. Pero la bomba que se usa para sacar el agua funciona con combustible. Cuando hay clases, desde el Ministerio de Educación llega una partida para que puedan hacerla andar. Pero cuando no hay clases, los pobladores deben juntar entre todos para comprar dos litros de nafta y que funcione.

Otra alternativa es el camión cisterna. Se cumplió un mes de la última vez que llegó hasta la comunidad. Por cada ocasión que van llevando agua en el camión, dejan 10 mil litros para toda la comunidad. “Pero llega la cuarta parte de la población a cargar para llevársela y el agua se acaba”.

Una tercera alternativa es sacar agua de los arroyos o la que se juntó en alguna cañada tras las lluvias. No es agua potable. Eso lo saben. En este caso, no se puede consumir en el momento porque primero deben hervirla y dejarla reposar hasta el otro día.

La cuarta opción para obtener agua potable es llegar a Los Blancos, a 45 kilómetros de San Patricio. El costo de un vehículo ida y vuelta es de 2.500 pesos. Allí llegan con bidones que compraron en las ciudades más grandes, como Embarcación. Los bidones provienen de las fincas y son los mismos que antes tenían agrotóxicos.

5000 pesos para ir a cobrar

Los comuneros que reciben beneficios sociales los cobran en Morillo. Dos días al mes llegan referentes del Correo para pagarlos. Los habitantes de San Patricio ya pagaron $ 2.500 para llegar hasta Los Blancos. Llegar a Morillo les va a costar 2.500 pesos más. Paz contó a Salta/12 que, ante ese costo, se juntan entre cuatro o cinco personas para pagar los 5 mil pesos que les sale el transporte para ir, cobrar y volver a San Patricio. En estos parajes no hay servicio de transporte público de pasajeros. 

Una vez que cobraron los beneficios de entre 8 mil y 10 mil pesos, vuelven por Los Blancos. Allí pagarán los alimentos anotados en “la libreta” que les fueron fiados. Por las distancias los alimentos son más caros allí que en los lugares cercanos a centros urbanos más grandes. Tras saldar sus deudas volverán a la comunidad, casi sin nada del beneficio. Los módulos alimentarios llegarán a las familias con niños. Pero en algunos casos, dijo Paz, se retrasan hasta tres meses.