Desde Río Turbio

La Ruta Nacional 40 se abre en su totalidad luego de una curva pronunciada. Hacia la derecha muestra la ciudad de Río Turbio; de frente asoma una chimenea cual faro que ilumina algún navío. La estructura de 50 metros de altura, con sus calderas, tanques, caños, más de un millón de kilómetros en cables internos, 1700 instrumentos digitales, 3200 válvulas de todo tipo, la cinta transportadora de carbón y la presencia palpable del interconectado eléctrico, son la prueba irrefutable de que la Usina Térmica de 240 MW llamada “Los 14 mineros” existe.

En noviembre de 2015 aportó al interconectado entre 60 y 70 megas durante las pruebas con Cammesa. Luego se agotaron los existentes de carbón y tras la llegada de la intervención de Cambiemos todo fue teñido con el discurso de la “pesada herencia”. El ex ministro Javier Iguacel llegó a decir que la Usina “nunca funcionaría” porque no había carbón. La Sigen lo desmintió. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había dejado la obra finalizada en un 85 por ciento y con el módulo 1 en funcionamiento.

“Hace 5 años éramos 70 y todo estaba en marcha. Las empresas involucradas en la construcción y equipamiento participaron del proceso. Trabajamos por 3 meses. Hoy quedamos 15 personas y hasta hace poco éramos 10”, afirma Andrés Soriano, técnico electromecánico y jefe de turno. Ante la desidia, esas 10 personas se encargaron de colocar luces, arreglar tableros, rotular válvulas, encender equipos mientras escuchaban “esto nunca va a funcionar”.

-- Desde lo tecnológico, ¿cuál es la envergadura de este proyecto?

-- Es lo último que hay. Todo el diseño está hecho bajo normas europeas, mucho más estrictas de lo que ocurre en Estados Unidos o acá mismo-, cuenta David Cassina, ingeniero y otro de los jefe de turno.

Una de las particularidades tecnológicas es que la usina fue diseñada con un sistema de calderas adaptadas para quemar el carbón en estado puro (directo de la mina), cuando la mayoría de estos establecimientos trabajan con el mineral purificado (refinado y lavado), lo cual produce cierta contaminación. La caldera puede quemar el carbón sin la necesidad de la limpieza. Además, el agua utilizada forma parte de un circuito cerrado. Tampoco hay emisión de Co2. Y se implementó un sistema de captura de azufre para evitar las lluvias ácidas. Los residuos de la caliza y las cenizas podrían utilizarse para la industria de la construcción.

- Durante los últimos 4 años los medios de comunicación hablaron de corrupción, de que el carbón no servía y la pesada herencia. ¿Se puede producir?

Franco Sambrizzi (33) es técnico en seguridad e higiene, estudió en La Plata e ingresó a la empresa en 2015. Observa el cerro, en dirección a Mina 5. Una pausa, silencio. Y responde: “No solamente se puede sino que ya se hizo. En la usina generamos energía con el carbón de la mina. Yo estuve ahí. Se hizo. Yo vi como el carbón salía de la mina, pasaba por la cinta que entraba a la plaza de carbón, los silos y la inyección a la caldera. Con el carbón ya aportamos al interconectado. Acá está todo dado para que vuelva a funcionar.”