Milagro Sala y un grupo de compañeras había pedido autorización al Servicio Penitenciario de Jujuy para adherir de alguna manera a las movilizaciones del 8 de Marzo. Ayer, durante un saludo desde el Penal del Alto Comedero, la líder de la organización Tupac Amaru pidió a las mujeres de todo el país que sigan militando porque este tiempo las necesita militantes. Pero el contenido del mensaje también incluyó una denuncia. Explicó que las autoridades del Servicio Penitenciario les negaron toda posibilidad de manifestarse, por lo cual un grupo de mujeres detenidas decidió hacer un paro, dentro de las lógicas de un penal: negarse a realizar las tareas cotidianas obligatorias como la limpieza. “No quieren que las mujeres que estamos acá ni siquiera hablemos del 8 de marzo”. En tanto, el reclamo por su libertad recogió la adhesión de un enorme colectivo de mujeres de Jujuy y dejó en minoría a la histórica Mulisectorial de Mujeres de la que participan funcionarias del gobierno de Gerardo Morales, un espacio que se negó a incorporar el reclamo en su documento. 

“Que las compañeras sigan militando porque la Argentina nos necesita porque estamos pasando una crisis muy fuerte y muy grave en el país”, dijo Milagro Sala. “Está demostrado con lo que pasó ayer (en referencia a la marcha de la CGT del martes): las bases y el pueblo están pidiendo un paro general, pero los dirigentes no quieren. Como decía Perón, será con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes. Eso es lo que está pasando. Las mujeres son las que siempre han llevado el hogar, las que militan, las que están en el sindicato, y son las que también han dirigido la patria, como Cristina, como Dilma, como también la Bartolina Sisa y la Micaela Bastida”.

  Milagro Sala ayer cumplió 417 días de detención. Hace un año, justamente, con su reclamo de libertad en las gargantas nació el Comité por la Libertad de Milagro, que hoy nuclea a miles de personas en el mundo. En Jujuy, la denuncia sobre su detención arbitraria dividió al movimiento de mujeres en las últimas semanas. A las cinco de la tarde, salieron a las manifestaciones con dos cabeceras distintas. El colectivo de la Multisectorial de Mujeres, que es uno de los espacios de referencia más tradicionales de Jujuy, no aceptó llevar el reclamo por Milagro entre sus banderas. A contramano, el reclamo fue levantado por otro colectivo en el que confluyó la Tupac Amaru, los espacios de género de la Universidad Nacional de Jujuy, el movimiento de derechos humanos, ATE, la CTA, HIJOS y, entre otros vastísimos sectores, la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas PTS e Independientes en el Frente de Izquierda. 

“Paramos porque el ataque a los derechos democráticos elementales también es violencia”, decía un tramo del documento. “Denunciamos el uso arbitrario de la Justicia para perseguir opositorxs y criminalizar la protesta, especialmente en Jujuy; repudiamos la detención arbitraria de Milagro Sala y exigimos el cumplimiento de las resoluciones de la ONU y la OEA. Demandamos la derogación del código contravencional y las sentencias proscriptivas pronunciadas en su nombre”.