Un hombre misterioso, de sombrero negro y campera exótica, exhala con desencanto el humo del cigarrillo y toma whisky mientras espera a una enamorada que nunca llegará. “Todo, todo, todo, todo lo que toco lo rompo“, se escucha de fondo. Una mujer de pelo rizado viaja (¿huye?) en el tren Urquiza hacia una estación incierta, con la mirada perdida en la ventanilla. Un ojo parpadeante, en primerísimo primer plano, se despierta atemorizado y le ruega a un dios que le conceda algo de valor. Estas escenas no forman parte de una película dramática clase B ni de una serie web con toques de suspenso: corresponden al disco debut de Nafta , la banda de música urbana que acaba de publicar una obra audiovisual, narrativa “y conceptual”, resalta varias veces Magamo, su cantante, guitarrista y principal compositor. “Es algo que no había y que sorprende por muchos lados. Es un disco conceptual, que hoy en día ya no se sabe bien qué es”, dice.

 

Si bien la banda se formó en 2016 y desde entonces lanzó varios singles (Potra, La carta y Unos días más), el despegue real se dio hace tres meses con la salida del disco completo, titulado también Nafta. El lanzamiento se tradujo en bocha de likes, corazoncitos, compartidas en redes sociales, más de 65 mil visualizaciones en YouTube... ¡e invitaciones a festivales! Como la de este sábado en el Buena Vibra.

La peli, que dura poco más de 45 minutos, está integrada por doce canciones que, de alguna manera, se entrelazan y van contando una historia. No de manera lineal sino más bien con elementos dramáticos que se conectan. El tópico central son los vínculos afectivos y los conflictos que conllevan. Todo muy costumbrista, mundano y cercano. Historias simples, que van al hueso, pero con una poética sutil y bella. “Son cosas que nos pasan a todos. Muy verdaderas y muy vividas”, dice Magamo.

“El video le terminó de dar un sentido a todo. Si hubiera quedado solo en la música, muchas cosas se hubiesen perdido o quedado para muy pocos”, entiende el autor. “También siento que estamos contando algo de una forma en la que no se estaba contando, con esa cotidianeidad o simpleza de cantar como hablamos.” Cada canción cuenta con un video donde suceden movimientos y secuencias mínimas, algunas más sutiles y otras más dinámicas, como el tipo que recorre una habitación revuelta en Vení mirá o la chica que camina nerviosa por un barrio porteño mientras habla por teléfono en Ya es tarde.

La parte audiovisual estuvo a cargo de Fardo Cinema, una pequeña productora amiga de la banda. “Lo hicimos en 25 días. Fue todo muy al palo pero salió muy bien”, cuenta el músico. “No queríamos subir el disco a YouTube con la tapa estática, por eso se nos ocurrió esta idea. Y también por una necesidad de dejar un poco más claro el sentido de los temas”, explica.

Nafta, una banda en combustión

El combo explosivo de Nafta se completa con Tomás Sánchez en batería, Simón G. en teclados, Brian Vainberg en bajo, An Espil y Abril Olivera en coros, y Jonathan Vainberg en sonido. Y si algo logra esta banda es generar un trance sonoro agradable, atrapante y seductor, como esas series que no podés abandonar hasta el capítulo final. Una de las razones es el groove que le aporta la base sonora, con una buena dosis de funk y soul.

“Para nosotros que crecimos todos con el rock, el soul es un lenguaje totalmente distinto”, dice Magamo, quien también forma parte de Militantes del Climax . “Nos copamos con el soul de los setenta, el neosoul de fines de los noventa, y sentimos que toda esa onda faltaba acá en Argentina. Hay una sensación de los beats y del ritmo, que por más que vayan cambiando, en los temas se mantiene una cosa constante. Esa fluidez fue buscada. Antes me interesaban más las métricas raras, los solos de guitarra, pero después me fueron conquistando más la simpleza y la canción.”

¿Y esa simpleza la encuentran en el soul, el R&B y estas músicas?

--Sí, totalmente. Son cosas que exigen un virtuosismo musical, pero no apuntado a “pelar“ sino a la sutileza. Y a darle lugar a la letra sin llenarlo de cosas al pedo. Por querer demostrar destreza con el instrumento, a veces terminás yendo en contra de la canción. Pero todo tiene que ir en favor de ella. Es más importante saber escuchar que saber tocar. Y a veces hay que sacrificarse para la canción.

¿Y cómo creen que Nafta dialoga con esta generación urbana que va a tocar en el Buena Vibra?

--Me gusta que estén saliendo cosas nuevas; hay músicos y músicas muy jóvenes que la rompen. Me parece que es una gran época musical. Hay que darse cuenta de que está pasando ahora y bancarla. No sé cómo entramos ahí: creo que Nafta excede un poco esta escena, siento que es una banda que le gusta hasta a nuestros viejos. Más allá de que le caiga a una generación, también trasciende eso, porque a fin de cuentas son canciones. A la generación de nuestros padres es difícil que les llegue el rap o el freestyle, pero siento que Nafta tiene un poquito de todo eso y que también le llega a la gente más grande.

* Nafta tocará este sábado 15 en el Festival Buena Vibra, desde las 13 en el Hipódromo de Palermo, Avenida del Libertador 4101.