¿Snatch sin cerdos, diamantes y lejos de los bajofondos londinenses? Eso es lo que depara la nueva temporada de entrega basada en la película de Guy Richie. En estos episodios, la gran novedad de la comedia de hampones pasa por el escenario de la costa ibérica. La pandilla es la misma. El clan Hill conformado por estafadores, ladrones de poca monta y centennials muy bien vestidos. En esta nueva trama, Albert (Luke Pasqualino) y Charlie (Rupert Grint de la saga Harry Potter) tienen el objetivo de relanzar un chiringuito en la playa. Están obligados por el robo de todo su botín a cargo de una banda rival y la coerción de unos policías corruptos. Los diez episodios ya están dispuestos en Flow.

No hay menciones al Mickey encarnado por Brad Pitt aunque haya escenas de boxeo con gitanos. Basicamente, la propuesta toma el joie de vivre gansteril de la original junto con sus situaciones rocambolescas, modismos y postales estéticas. Y otra cosa. “El sentido de familia es parte central. Es un grupo de gente disfuncional que forma un lazo muy fuerte porque se quiere escapar delo que sería una vida ordinaria”, señaló Grint, quien compone al miembro más aristocrático de los personajes. En otras palabras, Snatch deja la bruma, mantiene la tonada cockney y sale a tomar sol en la ficticia localidad de San Toledo. Un lugar donde hay corridas de toros, se baila flamenco y los británicos les disparan a los moluscos para preparar una paella.