AMENAZA EN LO PROFUNDO 6 puntos

Underwater; EE.UU., 2020

Dirección: William Eubank.

Guion: Brian Duffield, Adam Cozad y Brian Duffield.

Duración: 95 minutos.

Intérpretes: Kristen Stewart, Vincent Cassel, T.J. Miller, Jessica Henwick,

John Gallagher Jr.

 

Amenaza en lo profundo debió esperar más de dos años para disfrutar finalmente de un estreno comercial, pero el hecho es anecdótico y poco tiene que ver con sus cualidades: la compra de 20th Century Fox por parte del gigante Disney relegó a la película a un limbo similar al que se ven obligados a recorrer sus protagonistas. Como en las inéditas por estos pagos Love y The Signal, el tercer largometraje (primero con presupuesto holgado) del realizador William Eubank vuelve a la ciencia ficción hibridada con otros elementos. En este caso, el terror. El arranque no se detiene en sutilezas y va directo a los bifes. Norah, joven miembro de un equipo de investigación subacuático ubicado en algún lugar de la Fosa de las Marianas, nota extrañada una serie de pequeños temblores en la compleja y enorme edificación bajo el mar, que también hace las veces de morada. Vaya uno a saber (luego se sabrá) si la causa es un terremoto, una falla estructural o algo innombrable, pero lo cierto es que el golpazo que sobreviene la deja a ella y a un grupo de sobrevivientes encerrados en una pequeña zona del complejo, con riesgo de inundación y la necesidad de salir a recorrer el fondo del océano.

Luego vendrán los bichos y Underwater sumará a los placeres del cine submarino (y de submarinos) la presencia de criaturas inquietantes. Alien debajo del agua, han señalado casi todas las reseñas. Y sí: es indudable que la estructura narrativa del film de Eubank le debe mucho al clásico de Ridley Scott, aunque también hay más de una referencia a los abismos de Cameron y otros relatos donde inteligencias desconocidas hacen contacto por primera vez con los humanos. Pero aquí no hay demasiado espacio para lucubraciones filosóficas y la ecuación peligro + suspenso + acción toma la posta, desde la primera hasta la última escena. Kristen Stewart, con su cabeza rapada y tuneada para la ocasión, no tardará demasiado tiempo en quedar en ropa interior, preparada para hacer la gran Ripley: como su célebre antepasada, la teniente de la nave Nostromo, Norah es de armas tomar –las literales y las metafóricas– y se verá empujada a pasar al frente como líder natural del grupo.

Por ahí anda dando vueltas el francés Vincent Cassel, como el acomplejado capitán del contingente, y un puñado de secundarios pintados con dos o tres rasgos generales, alivio cómico incluido (a propósito, ¿será el personaje afroamericano, por enésima vez, el primero en caer?). Amenaza en lo profundo no pretende inventar ni el fuego ni la rueda y en sus noventa y algo de minutos pueden hallarse varias de las pequeñas virtudes de aquel viejo cine de aventuras, sin ínfulas ni pretensiones: hombres y mujeres ante las fuerzas de la naturaleza, lo desconocido y lo peligroso. Claro que, cuando el guion comienza a forzar las líneas del empoderamiento femenino y el cuidado maternal como impulso natural, las cosas comienzan a teñirse de un tono bastante cursi. Como afirma en más de una ocasión Joe Pesci en El Irlandes, It is what it is.