Una investigación concluyó que al menos 27 personas que trabajaron bajo las órdenes de Plácido Domingo en los teatros líricos de Washington y Los Ángeles vieron o padecieron situaciones de acoso sexual o abuso de poder por parte del cantante cuando él era director de esos espacios. El estudio, encargado por el Sindicato de Artistas Musicales norteamericano (AGMA, la sigla en inglés de American Guild of Musical Artists) a un equipo de abogados, determinó que esas 27 personas habían visto o padecido acoso sexual y abuso de poder, algo que habría ocurrido a lo largo de dos décadas. Otras 12 personas testimoniaron que ese tipo de conducta por parte del cantante era algo conocido en el medio.

Conocido el resultado de la investigación, Domingo abandonó su estrategia de negar las acusaciones y, en cambio, emitió un comunicado en el que asegura que acepta “toda la responsabilidad” por lo sucedido, después de “tomarse un tiempo durante los últimos meses” para entender de qué se lo acusaba. “Aunque no fue mi intención, nunca nadie debería sentirse de esa forma”, señaló el tenor, en referencia a los relatos de las mujeres que en agosto del año pasado “se sintieron lo suficientemente cómodas para hablar”. “Entiendo ahora que alguna de esas mujeres pudieran tener miedo para expresarse honestamente porque les preocupaba que sus carreras se vieran afectadas”, añadió.

La posición que el tenor adoptó en el comunicado es diametralmente opuesta a la que expresó el año pasado, en diciembre, a dos meses de haber renunciado a la Ópera de Los Ángeles , cuando no sólo negó las acusaciones sino que, además, protestó porque “en algunos sitios no se puede ya decir nada a una mujer”.

La investigación encargada por el sindicato a abogados de la firma Cozen O’Connor fue realizada entre septiembre, cuando trascendieron públicamente las acusaciones, y finales de diciembre pasados. En ese lapso, los abogados entrevistaron a 55 personas, 27 de las cuales dijeron haber vivido o sido testigos de un comportamiento sexualmente inapropiado por parte de Domingo entre los años 90 y el 2000; otras 12 aseguraron que estaban al tanto de las acusaciones, y que era vox populi que el tenor, que tuvo cargos directivos en la Washington National Opera y en Los Angeles Opera, tenía esa conducta.

De acuerdo con la agencia AP, las acusaciones van desde tocamientos no consentidos hasta llamados telefónicas a altas horas de la noche en las que Domingo exigía a las mujeres acosadas que fueran a su casa, o las invitaba a salir con una insistencia tan agresiva que fue identificada como acoso. Dos de las mujeres que testimoniaron aseguraron a los investigadores que terminaron manteniendo relaciones sexuales con él porque temieron que negarse podría dañar sus carreras.

Los resultados de la investigación, que trascendieron bajo condición de anonimato, son los primeros pero no serán los únicos. Aún está pendiente otra investigación, ya en curso, encargada por la Los Ángeles Opera, en la que Domingo fue director desde 2003 hasta octubre de 2019.

En el comunicado en el que asume su “responsabilidad” en las situaciones acoso y abuso por las que fue denunciado Domingo también aseguró que está “comprometido” con lograr un cambio “positivo” para que ya “nadie tenga que pasar por lo mismo” en el mundo de la ópera, para que “resulte en un espacio más seguro para trabajar”. Señaló, también, que espera que su “ejemplo” de reconocer sus acciones “aliente a otros a seguir mis pasos”.