El gigante alimenticio Molinos finalizó el año pasado con una pérdida neta de 1006 millones, según la síntesis de estados contables que presentó la compañía a la Bolsa. “Esta pérdida sigue la misma tendencia de 2017 y 2018, donde la Sociedad perdió, 1161 millones y 2619 millones de pesos, respectivamente”, explicó la empresa. De esta manera, en los últimos tres años la empresa de consumo masivo, golpeada como otras por la crisis económica, acumuló un rojo operativo 4786 millones de pesos. 

La firma adjudicó ese resultado de “la exponencial suba de costos, asociada a la muy fuerte devaluación de la moneda y la inflación”. Según la empresa, esa performance está asociada, principalmente, a la imposibilidad de trasladar a los precios de sus productos ese aumento de costos. Según el balance, la compañía mantuvo los ingresos respecto al año anterior, alcanzando los 32.767 millones de pesos, mientras que los costos de ventas se incrementaron 5,6 por ciento generando una caída de la ganancia bruta de 1438 millones respecto al año anterior.

“La pérdida de Molinos en 2019 está asociada principalmente a la imposibilidad de trasladar a los precios de sus productos los aumentos de costos, en un contexto de persistente caída de consumo”, explicó la compañía, a través de su comunicado.