Este Gimnasia de Maradona no sabe de imposibles. Lo comprobó una vez más este sábado, al imponerse por 1-0 a Atlético Tucumán como local y conseguir su segundo triunfo consecutivo, quedando a tiro -si es que se da una serie de resultados negativos para sus rivales directos- de salir de los puestos de descenso en la próxima fecha, cuando visite nada menos que a Boca en la Bombonera.

"Obvio que hay que ganar: soy el técnico de Gimnasia. Amo a Boca y soy de Boca, pero ahora tiro para el triperío", explicó Maradona ante la consulta de la prensa sobre la posibilidad de que una victoria de su equipo el sábado que viene le entregue en bandeja el campeonato a River.

Jugar en el Bosque se había convertido en un verdadero suplicio para el Lobo durante esta Superliga. Antes de enfrentar a los tucumanos, el equipo local sumaba un triunfo (2-1 a Central Córdoba a finales del año pasado) en diez presentaciones, incluida una seguidilla de siete derrotas en fila hasta el festejo ante los santiagueños (además tuvo dos empates). Una cosecha de cinco puntos sobre 30 posibles (efectividad del 16 por ciento) que le valió al estadio Juan Carmelo Zerillo la categoría de "embrujado", en propias palabras de Maradona, y hasta la contratación de un especialista en ciencias paranormales para limpiar energías.

Pero al fin y al cabo, toda superstición se fue al demonio este sábado cuando, a los 53 minutos, el colombiano Harrison Mancilla ubicó en el área a Matías García, quien ante el quedo de la defensa tucumana avanzó unos metros y definió con un rasante zurdazo al segundo palo de Cristian Lucchetti.

A través de su goleador en la Superliga (seis tantos en 18 partidos para García), Gimnasia materializaba la superioridad mostrada en la primera parte, pero que las pretenciosas definiciones de Pérez García, las potentes pelotas paradas de Víctor Ayala o las sorpresivas apariciones de Maxi Cuadra no habían podido concretar.

En ventaja, Gimnasia prolongó el ejercicio de su rol de dominador, aunque no por mucho. A medida que corría el reloj, el valor de triunfo aumentaba su cotización y Gimnasia se retrasaba para protegerla. Para colmo, los dirigidos por Ricardo Zielinski veían como su racha de partidos sin ganar pasaba de ocho a nueve y avanzaban en el campo.

De pronto, los hinchas locales pasaron de agarrarse la cabeza por las situaciones desperdiciadas a hacerlo por las salvadas de Paolo Goltz en la línea, las voladas de Jorge Broun y porque Gimnasia se quedaba con un jugador menos, por la segunda amarilla a Matías Melluso. Fueron varios minutos de zozobra hasta que llegó finalmente la hora de abrazarse en las tribunas del Bosque, algo que no pasaba desde hace tiempo.

Síntesis

1 GIMNASIA LA PLATA: Broun; Caire, Goltz, Coronel, Melluso; Cuadra, Mancilla, Ayala, M. García; Pérez García, Contín. DT: Maradona.

0 ATLETICO TUCUMAN: Lucchetti; M. Ortíz, G. Ortíz, Cabral, Monzón; Acosta, Bravo, Rojas, Heredia; Melano, Toledo. DT: Zielinski.

Estadio: Gimnasia. Arbitro: Darío Herrera. Gol: M. García (G). Cambios: 60m Carrera por Acosta (AT), 62m Comba por Cuadra (G), 63m Aguirre por Rojas (AT), 80m Licht por Pérez García (G), 82m Alustiza por Monzón (AT), 86m Paradela por Contín (G). Incidencia: 78m expulsado Melluso (G).