El ex vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden se anotó este sábado su primer triunfo en las primarias demócratas. Consiguió una contundente victoria en Carolina del Sur que le sirvió para revivir su decaída campaña presidencial en vísperas del decisivo supermartes del 3 de marzo, cuando votarán en forma simultánea 14 estados. 

Biden, que había centrado sus apuestas en ese estado sureño después de perder las tres primeras primarias, logró un rotundo apoyo entre los afroamericanos, que suponen más de la mitad de los votantes demócratas de Carolina del Sur, y conquistó también a los más moderados del partido.

"Hace solo unos días, la prensa y los comentaristas daban por muerta esta candidatura. Ahora acabamos de ganar, y lo hemos hecho en grande gracias a ustedes. ¡Estamos muy vivos!", dijo Biden en su discurso desde la capital del estado, Columbia.

Una rotunda victoria

Las proyecciones de los principales medios de comunicación dieron la victoria a Biden apenas cerraron las urnas, y con el 86 % escrutado el ex vicepresidente lograba un cómodo margen --con el 49 % de los votos-- frente a su rival inmediato, el senador Bernie Sanders, que obtenía el 20 %.

En tercer lugar quedó el multimillonario Tom Steyer, que anunció su retirada de la carrera demócrata poco después de conocerse los resultados, ya que no consiguió hasta ahora ningún delegado.

Biden confía en perfilarse a partir de este triunfo como la gran alternativa moderada a Sanders, cuya racha de victorias en los primeros estados quedó interrumpida en Carolina del Sur pero promete continuar con el supermartes este 3 de marzo, cuando hay quince territorios llamados a las urnas.

Biden contra Sanders

"Si los demócratas quieren un candidato que sea un demócrata, un demócrata de toda la vida, un demócrata orgulloso, un demócrata de los de (el expresidente Barack) Obama y Biden, únanse a nosotros", clamó el ex vicepresidente en el mitin.

Biden arremetía así, sin mencionarlo, contra Sanders, que aunque compite en las primarias demócratas no está adscrito al partido en el Senado, donde representa al estado de Vermont como independiente.

El ex vicepresidente pidió rechazar los discursos de la "ira" y opinó que "la mayoría de los estadounidenses no quieren la promesa de la revolución" de Sanders porque "quieren más que promesas, quieren resultados".

Sanders, por su parte, felicitó a Biden desde un mitin en Virginia, otro de los estados que participa del supermartes, y dijo a sus votantes que es imposible "ganar todos lados" y que esta "no será la única derrota".

Se espera que el resultado en Carolina del Sur coloque a Biden muy cerca de Sanders en el recuento de delegados obtenido hasta ahora en las primarias demócratas, por delante de Pete Buttigieg, que ganó los "caucus" de Iowa.

Pero está por verse si Biden logra despuntar lo suficiente como para hacerle sombra de verdad a Sanders en el supermartes, donde podría perder votos frente a una nutrida bancada de precandidatos moderados.

Sanders es el claro ganador hasta el momento. El senador de 78 años, que se presenta como un socialista democrático, suma 45 delegados y 29,5 por ciento de adhesiones en todo el país, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics. En comparación, Biden tiene 15 delegados y recoge un 18 por ciento de apoyo nacional.

Otra prueba importante será el desempeño de Biden frente al del magnate Mike Bloomberg, que no competía en las cuatro primeras contiendas y lo ha apostado todo al supermartes, donde se estrenará en las papeletas, y a las siguientes primarias.

El legado de Obama


Biden, de 77 años, había concentrado muchos esfuerzos en Carolina del Sur, adonde se desplazó incluso antes de que se cerraran las urnas en Nuevo Hampshire y justo después de los "caucus" de Nevada la semana pasada, en los que quedó en segundo lugar.

En el primer estado del sur en votar, Biden se llevó este sábado el 60 % de los votos de los demócratas afroamericanos, muy por delante de Sanders, que solo logró el 17 % de los apoyos de ese sector, según las encuestas a boca de urna.

El papel de Biden como fiel "número dos" de Obama durante ocho años le ha resultado clave para convencer a muchos afroamericanos de ese estado, que respaldaron abrumadoramente al ahora expresidente en 2008.

"Vamos a seguir avanzando sobre la base del legado del presidente más exitoso de nuestros tiempos, Barack Obama", prometió Biden en su discurso de victoria.

Aunque las encuestas siempre habían favorecido a Biden en Carolina del Sur, un factor de última hora fue clave para garantizarle un margen tan amplio de victoria.

El congresista James Clyburn, el afroamericano de mayor rango en el Congreso de EE.UU. y el demócrata más influyente de Carolina del Sur, anunció el miércoles que respaldaba la candidatura de Biden.

Y casi el 50 % de todos los votantes del estado dijeron que ese anuncio de Clyburn fue un factor esencial en su decisión de por quién votar. Impulsado por ese congresista y por las relaciones que ha cultivado durante décadas en Carolina del Sur, Biden se anotaba así la primera victoria de su vida en un estado como aspirante presidencial, algo que no llegó a lograr durante sus dos campañas anteriores a la Casa Blanca, en 1988 y 2008. 

Contra Donald Trump

Las perspectivas sobre quién será el rival del presidente republicano Donald Trump en las elecciones de noviembre estarán mucho más claras después del supermartes el 3 de marzo. En ellas el electorado demócrata elegirá a casi un tercio de los delegados necesarios para asegurarse la nominación en la convención partidaria de julio. Si Sanders o cualquier otro candidato no alcanzara el apoyo de la mayoría absoluta de los delegados requeridos para obtener la nominación presidencial (1.991), unos 700 "superdelegados", legisladores y figuras notables del partido, se suman a la votación en una segunda ronda.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump estuvo siguiendo de cerca las primarias demócratas. En un acto de campaña la noche del viernes en Carolina del Sur, el mandatario se burló de sus rivales al decir que la interna se redujo a dos candidatos: “el loco Bernie y el somnoliento Joe". Después dijo que ya era hora de que el multimillonario Michael Bloomberg se fuera a su casa. Sanders calificó al presidente de patético por estar en campaña en lugar de atender a la crisis de salud pública.