Cuando se debatió la legalización del aborto en el Congreso de la Nación en 2018, solo dos provincias tuvieron la totalidad de sus legisladores (diputados y senadores) votando en contra de la iniciativa: San Juan y Salta. En aquella oportunidad, los 3 senadores y los 7 diputados que representan a Salta en el Congreso, pertenecientes a diferentes espacios políticos, coincidieron en rechazar el proyecto de ley. Incluso, dos de las intervenciones de legisladores salteños fueron incluidas por Aministía Internacional en una lista de “argumentos insólitos” contra la legalización del aborto: la comparación que hizo Martín Grande entre las mujeres embarazadas y los marsupiales, y la propuesta del diputado Alfredo Olmedo de crear un cementerio de fetos.

A dos años de ese frustrado intento de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, el escenario en Salta parece haber cambiado considerablemente. Tres de los siete diputados y la única senadora mujer ya manifestaron públicamente que apoyarán la iniciativa, y algunos de los que anticipan que la rechazarán reconocen en confianza que probablemente esta vez la iniciativa sea aprobada y que resulta más “incómodo” que aquel entonces sostener una posición negativa.

Los diputados del Frente de Todos Lucas Godoy, Verónica Caliva y Juan Ameri, todos legisladores que asumieron a fines del año pasado, anticiparon a Salta/12 que apoyarán el proyecto de ley que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, enviará al Congreso. Por su parte, los diputados de Juntos por el Cambio, Martín Grande y Miguel Nanni, y el urtubeycista Andrés Zottos, volverán a votar como lo hicieran en 2018, es decir, rechazando la iniciativa. A ellos se sumará la también legisladora de Juntos por el Cambio que asumió en diciembre, Virginia Cornejo.

En la Cámara Alta, la senadora nacional del FdT, Nora Giménez, ya anunció públicamente que apoyará el proyecto, y en el entorno del senador Juan Carlos Romero aseguran que volverá a manifestarse en contra, aunque esperará a conocer el texto oficial para expedirse. La duda está en lo que hará el otro senador del oficialismo, Sergio “Oso” Leavy, quien siendo diputado votó en contra de la legalización del aborto pero ahora podría cambiar de posición para seguir la línea oficialista, según reconocen quienes lo rodean.

Una cuestión de Salud Pública

Quienes apoyan la legalización del aborto lo hacen con los mismos argumentos utilizados por el presidente Alberto Fernández. “Cada año siguen muriendo mujeres en el país producto de abortos clandestinos mal realizados”, aseguró la senadora Nora Giménez en diálogo con Salta/12, y agregó que “el Estado argentino, los legisladores que representamos al pueblo, no podemos lavarnos las manos ni tampoco mirar para el costado”. La senadora del FdT manifestó que apoya el proyecto de Interrupción Legal del Embarazo “porque considero que es una cuestión de Salud Pública y el derecho de las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo”. En ese sentido, se mostró confiada en que “junto al Plan de los 1000 días y la Educación Sexual Integral que ahora es obligatoria, se va asegurar la ampliación de derechos de las mujeres en la Argentina”.

Por su parte, el diputado Lucas Godoy aclaró que está a favor de la despenalización de la interrupción del embarazo, lo que no significa que esté a favor del aborto. “La penalización para lo único que ha servido es para generar criminalización de las mujeres que atraviesan esa situación y clandestinidad, pero no ha disminuido la práctica”.

El diputado de Juntos por el Cambio, Miguel Nanni, anticipó un nuevo rechazo al proyecto de ley basándose en una posición moral en contra de que se interrumpa la vida del niño por nacer. Sin embargo, también cuestionó la oportunidad en que se presenta el proyecto de ley nuevamente.

“No tengo nada en contra de debatirlo pero acá hay un pasado inmediato donde ya discutimos el tema”, le dijo el legislador de origen radical a Salta/12. “El Congreso ya se expidió, y no sesionamos por el tema hace 20 años, ¡lo hicimos hace dos años!", agregó.

El diputado propuso lo que clasificó como “una instancia superadora”. Consideró que debería definirse a través de un plebiscito popular. “En un tema que despertó tanta pasión, que se discutió en un clima de tensión, yo creo que si ya lo discutimos y no alcanzó, la última voz es la voz popular del pueblo a través de un plebiscito popular”, argumentó Nanni.

Diferencias sustanciales 

Promotores y detractores de la legalización del aborto coinciden en que hay diferencias sustanciales entre el debate de 2018 y el que comenzará cuando Fernández envíe el proyecto al Congreso, y también en el destino que puede tener la iniciativa.

“(El entonces presidente Mauricio) Macri mandó el proyecto para que se discuta en el Congreso con un sentido marketinero: una mezcla de cortina de humo para producir una distracción sobre los problemas económicos y el tema de la deuda, y por otro lado para mostrarse como que respondía a las demandas populares”, aseguró Giménez, quien consideró que “el presidente Alberto Fernández, en cambio, ha asumido esto como una política pública de Estado, lo ha jerarquizado como política de salud, y ha comprometido un plan integral”. La senadora confió en que el proyecto esta vez va a ser aprobado, lo que le permitirá a la Argentina “estar en el mismo rumbo que los países de avanzada respecto de esta problemática”.

En el mismo sentido, Godoy entendió que “esta vez hay mayores consensos, mayores avances y hay mayor fortaleza en el movimiento de mujeres que integran la campaña nacional”, y complementó que “hay mayor cantidad de mujeres ocupando bancas a partir de la ley de cupos”.

“La enorme diferencia que hay ahora es que Macri hace dos años no militó la ley del aborto, él abrió para que lo discutamos en el Congreso”, coincidió Nanni. “Hoy hay un presidente que está militando la ley del aborto”, añadió, y opinó que “cuando el Presidente, que es la máxima autoridad del país, milita la ley del aborto a mí me hace pensar que el destino de la ley puede llegar a ser otro”.

Aunque no es el caso de Nanni, algunos legisladores que se opusieron a la Interrupción Legal del Embarazo en 2018 reconocen que les resulta más “incómodo” sostener esa posición por la presión social para que la iniciativa sea aprobada, y hasta dudan en que mantendrán esa postura en el recinto. Confiesan que durante estos dos años no hubo grandes avances en materia de prevención, y que la situación de la muerte de mujeres por abortos clandestinos es insostenible.