Para Leandro Busatto, una de las lanzas del Ejecutivo en Diputados, “todavía hay margen” para sancionar una Ley de Necesidad Pública que contenga los intereses de la Casa Gris. “No creo que el diálogo se haya agotado o cerrado, se cerró una etapa en el Senado y ahora vamos por Diputados”, ponderó el legislador kirchnerista, aunque remarcó que la negociación debe concretarse sobre la base del proyecto oficialista, el que obtuvo media sanción en la Cámara alta. Busatto, en diálogo con Rosario/12, evitó hablar de plazos y remarcó que el gobernador Omar Perotti considera a la sanción de ley “necesaria para gobernar”.

—¿Qué lectura hace de lo aprobado por el Senado?

—Es claramente un síntoma de responsabilidad política de los senadores y paralelamente una falta de responsabilidad política por parte de la oposición. Cuando fuimos a votar una ley de emergencia en diciembre la oposición adujo, entre otras cosas, no haber tenido el tiempo suficiente ni haber sido parte de generar los consensos para tener una ley favorable a los santafesinos. Dos meses y medio después, habiendo agotado todas las instancias de diálogo, institucionales, políticas y partidarias, está claro que la oposición no tiene intención de colaborar con un gobierno que no tiene ni siquiera 90 días gestionando. El gobierno se encuentra con un dilema político, cómo sortear un proceso de oposición que ha adelantado los tiempos y está viviendo una mirada sesgada de un proceso distinto en el tiempo.

—¿Y ahora qué en Diputados?

—Tratar de construir la mayoría circunstancial que nos permita salir de este encierro. Vamos a tener que abrir un proceso de diálogo y de construcción de una mayoría. Tenemos un tiempo para hacerlo en función de la ley que estamos necesitando. Vamos a ver cómo resolvemos esta cuestión, no es fácil, porque evidentemente el Frente Progresista tiene una mirada de la realidad muy distinta a la nuestra, pero vamos a conversar con todos los sectores de la Legislatura para tratar de tener una ley que sea útil al gobierno. Hay una situación que no se termina de entender, esta es una ley que el gobierno considera necesaria para gobernar, no es una ley para que la oposición haga gestos de valoración sobre si es buena o no. Tiene que ser buena para el gobierno, no para la oposición.

—¿Cómo se hace para negociar si la UCR en conferencia de prensa ya dijo “hasta acá llegamos”?

—Bueno, me parece que todavía hay margen para discutirlo en Diputados. Hay que seguir insistiendo con charlar, con conversar y, fundamentalmente, tratar de fijarnos cuáles son las posiciones de cada bloque y colaborar en la construcción de consensos. No creo que el diálogo se haya agotado o cerrado, se cerró una etapa en el Senado y ahora vamos por Diputados.

—¿Pero el diálogo debe ser sobre la media sanción del Senado o sobre el proyecto alternativo que impulsa la oposición?

—No, hay que trabajar sobre el proyecto del oficialismo, después habrá que ver cuál es el margen para corregir o no alguna cosas, cuál es nuestro margen para aceptarlas.

—¿Hay predisposición para eso?

—Creo que hay un tiempo de aplome, cuando fuimos a discutir en diciembre dije que todavía no se habían asumido los roles políticos que cada uno tenía. A nosotros nos costaba ser oficialismo y a ellos les costaba adaptarse como oposición. Hoy, después de casi 90 días de gobierno, los roles están mucho más definidos y cada uno los ha asumido.

—En ese rol opositor, ¿ve diferencias entre radicales y socialistas?

—No me gusta meterme en la interna o las decisiones de otro frente. Está claro que Miguel Lifschitz es todavía el principal aglutinador de la oposición y está claro también que el radicalismo tiene una cantidad importante de representación territorial y legislativa. Entre la política y la representación política y territorial, seguramente tendrán que ir acordando distintas posiciones que permitan siempre lo mismo, que el gobierno tengo una herramienta para llevar el Estado más cerca de los santafesinos. Con todos los votos de la oposición o de un sector, lo importante es que el gobierno tenga una ley necesaria para gobernar.

—¿Se pone plazos?

 

—No, porque si en una Cámara en la que tenemos una mayoría circunstancial y afianzada, como lo es el Senado, tardamos prácticamente un mes, no veo porque nosotros tenemos que emplazarnos a construir consensos al respecto.