El presidente Alberto Fernández anunció que la cuarentena de 14 días que las personas que volvieron de países con alta circulación del coronavirus pasará de ser “voluntaria a obligatoria”, y confirmó que el Gobierno analiza suspender los vuelos entre Italia y Argentina, de modo tal que no ingresen a territorio argentino personas provenientes de ese país.
“La persona que cumple la cuarentena de 14 días después de viajar tiene la obligación de quedarse y recluirse en soledad en su casa” y “si no la cumple, estará incurriendo en un delito que pone en riesgo a la salud pública”, subrayó el mandatario.
Las medidas fueron acordadas durante la reunión especial de Gabinete que tuvo lugar ayer en Casa de Gobierno , donde funcionarios y miembros de la comunidad científica analizaron la situación del país de cara a la epidemia de COVID-19. El Presidente precisó que los detalles para garantizar el aislamiento preventivo se definirán en las próximas horas.
Fernández contó, además, que durante esa reunión también se analizó “si no deberíamos nosotros suspender el trato con Italia”, que ya cerró sus fronteras. La medida está en análisis y es posible que sea implementada.
“Todos los casos que hemos detectado son importados de gente que viajó básicamente a Italia”, indicó Alberto Fernández y remarcó que en el país se está cumpliendo al pie de la letra con el protocolo de controlar a las personas que estuvieron en los países de mayor riesgo y a sus allegados para ponerlos en un sistema de control. “A esto lo estamos haciendo, está rindiendo sus frutos y todo evoluciona bien”, aseguró.
De la misma manera, otro de los puntos que “quedamos en resolver en los próximos días es qué hacemos con los espectáculos públicos”, añadió el jefe de Estado.
No obstante, Fernández destacó la importancia de “llevar tranquilidad” a la población “porque la Argentina seguirá todos los pasos que debiera seguir razonablemente frente al riesgo que se presenta” con la epidemia de COVID-19.
Por otra parte, el Presidente salió a respaldar al ministro de Salud, Ginés González García, a quien desde algunos sectores se lo acusó de haber minimizado la epidemia. “La lógica que imperaba entre los infectólogos era que, como el virus aparentemente se destruye con el calor, y Argentina y América Latina están en verano, (el coronavirus) iba a tardar en llegar o llegaría cerca del invierno. Y para nuestra sorpresa, llegó antes”, argumentó el mandatario.
Por este motivo, agregó, uno de los primeros lugares donde el Gobierno puso énfasis para la prevención fue en las bases argentinas en la Antártida. “Como es un lugar de libre tránsito, se tuvo mucha precaución allí”, dijo. Además, circulan “muchos buques chinos con científicos”. “Ahí tuvimos cuidados. No era de esperar que el problema se desate en una Buenos Aires con 30 grados de calor”, concluyó.