El gobierno decidió la suspensión de las clases por dos semanas en las escuelas del nivel inicial, primario y secundario de todo el país. La medida alcanza los niveles nivel inicial, primario y secundario de todo el país. Los gremios docentes la apoyaron. Si bien ni los niños ni los adolescentes están entre los grupos de riesgo, ya que transitan la enfermedad con síntomas más leves, una vez contagiados pueden transmitirla a familiares y otros adultos. En este sentido la suspensión de las clases,  sostuvo el presidente, busca que que el virus “tarde lo más posible” en llegar a la etapa de contagio intercomunitario: “esto posiblemente llegará, pero en el mientras tanto, ganar tiempo es muy importante para administrar la cuestión sanitaria”. Las escuelas no van a estar cerradas, ya que continuarán dando de comer a los chicos. En cuanto a los docentes, se irá definiendo a partir de hoy cuál será el esquema de trabajo, así como las medidas para compensar los días de enseñanza perdidos.

En el nivel universitario, cada facultad tomará por sí la decisión. La mayoría ya había resuelto durante el fin de semana la postergación del inicio de las clases para principios de abril, y tras los anuncios oficiales es claro que las que todavía no lo hicieron tomarán el mismo camino.

Al comunicar la medida, Fernández aseguró que no respondió a que en el país se haya registrado un agravamiento de la situación, sino que que el objetivo es intentar poner un freno al crecimiento exponencial del coronavirus “y que de un día para el para el otro nos encontremos con un problema que no podemos dominar. Lo que buscamos es que ese avance un crecimiento paulatino, al que el sistema de salud le pueda dar respuesta”.

En la región, los gobiernos de Chile, Uruguay, Paraguay y Perú tomaron la misma decisión de suspender las clases.

El sábado, el ministerio de Educación había recomendado a las universidades implementar modalidades de enseñanza no presenciales a través de campus virtuales para reducir la cantidad de alumnos en las aulas. En línea con esta sugerencia, la Universidad de Buenos Aires recomendó a cada Facultad "evaluar la reprogramación de las clases hasta el 12 de abril” y confirmaron la suspensión de las clases presenciales la mayoría de las facultades de la UBA. De la misma manera, quedaron suspendidas las actividades de extensión universitaria, las actividades académicas que impliquen reunión de personas y las juras de graduados.

En la conferencia de prensa, Fernández comentó que la suspensión de las clases sonó desde el principio "más lógica", porque que "los alumnos son de mayor edad y los profesores oscilamos en los 60 años".  De todas maneras, remarcó que es una atribución que la educación superior tomará por sí, debido a su autonomía de gobierno.  

En cuanto a la recuperación de contenidos de los alumnos de  primaria y media, este lunes los ministros de educación de todo el país serían convocados a una reunión para comenzar a definir qué actividades serán impulsadas. Entre ellas ya está confirmado que la TV Pública va a difundir contenidos pedagógicos y educativos durante el parate impuesto por la pandemia.

Los gremios docentes dieron su apoyo a la medida. Desde la Ctera, Roberto Baradel la calificó de “muy acertada”. La organización había reclamado el sábado al gobierno que garantice la provisión de elementos de higiene, en alerta tanto por el coronavirus como por el dengue.

“La decisión que tomó el presidente es un signo de responsabilidad cívica y política”, agregó Baradel a PáginaI12. “Que además   haya salido en conferencia de prensa con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y con el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta ayuda tomar conciencia que no puede haber diferencias en esta situación, no puede haber especulación política”.

"Estamos poniendo el acento en que lleguen los elementos de limpieza e higiene para que estos días se aprovechen para poner en condiciones las aulas", añadió el dirigente, que señaló que los docentes este lunes concurrirán a las escuelas, donde van a esperar “indicaciones claras de cómo actuar con respecto a los programas, a la cuestión pedagógica, y también en relación a la interacción con las familias”.