Ella siempre está. Lejos, cerca, con tormenta helada en medio de la Patagonia o con sol rajante en el microcentro porteño, Nora de Cortiñas pone su pequeño cuerpo en todas y cada una de las luchas de las últimas décadas, por algo la llaman la "madre de todas las batallas". Hoy, 22 de marzo, cumple 90 años y como si fuera uno de las jóvenes del Mayo francés es realista, pide lo imposible. Su deseo es que sean anuladas las deudas de los países pobres, y para eso esta Madre de Plaza de Mayo, de la línea Fundadora, armó una juntada de firmas. 

“Pido la anulación de la deuda de los países empobrecidos de todo el mundo por las políticas económicas del Fondo Monetario Internacional y en el caso de Argentina, la suspensión del pago de la deuda y además la realización de una auditoria hasta que todos y todas sepamos qué es lo que nos quieren cobrar de esta deuda ilegal, ilegitima y usurera. Es el único regalo que yo quiero para el día 22 de marzo”, se planta Norita.

Con esta propuesta, Nora junto a un grupo de organizaciones y referentes como Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, promueve la junta de firmas para hacerle llegar el reclamo a los gobiernos, instituciones y actores económicos implicados.

“La situación del país requiere esa suspensión y que el dinero se utilice para esta emergencia, donde los hospitales les falta insumos. Es el momento. Esta quietud que debemos tener nos da tiempo para reflexionar las cosas que hay que cambiar y son prioritarias”, expresó Cortiñas, en relación con el contexto que atraviesa el mundo tras la crisis del coronavirus.


Hace algunos días, Cortiñas dijo que este 24 de marzo “no va haber silencio, el pedido nuestro de justicia está en el aire, en el pensamiento". 

Norita, como la llaman sus compañeres, es psicóloga social pero la mayor parte de su vida se dedicó a pelear contra la impunidad, por su hijo Gustavo y los 30.000 detenidos desaparecidos, por los hijos y los nietos. Y en ese camino se sumó a cuanta causa consideró justa, de la clase trabajadora, contra la represión pasada y presente, por los derechos de la naturaleza. "Yo no nací feminista, pero me hice", confesó sobre su apoyo al movimiento de las mujeres.