El sábado murió el artista, diseñador, fotógrafo y decorador Sergio de Loof, quien tenía una salud muy precaria, víctima de complicaciones por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y por el VIH.

Nacido en Buenos Aires en 1962, fue una reconocida figura del under porteño. Excéntrico creador y ambientador, fundó y/o ambientó, en el contexto de la postdictadura, bares, restaurantes y discotecas como Bolivia (1989), El Dorado (1990) Ave Porco (1994), El Morocco (1993) y Club Caniche (1995). Realizó numerosos desfiles performáticos en los que participaban modelos no convencionales con prendas hechas de materiales alternativos, basura y ropa donada. Entre los desfiles se cuentan Latina Winter by Cottolengo Fashion (1989), Encantadores vestidos (1990), Cualquier Chanel (1994), etc. Incursionó también en otros lenguajes, como el del videoarte (con creaciones como El Cairo. El final del desierto [1987]) y la fotografía (Portraits of Contemporary Argentine Artists [2001], en los que retrató a los artistas que formaban parte de su entorno).

Fue uno de los fundadores de la revista Wipe (1997), publicación gratuita con información sobre la movida cultural de Buenos Aires que continúa hasta el día de hoy.

El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires está presentando, desde noviembre, una enorme exposición retrospectiva dedicada a de Loof, con curaduría de Lucrecia Palacios.