En las organizaciones sociales recibieron con alivio el anuncio del bono de 10 mil pesos para los trabajadores informales que quedaron sin ningún ingreso por la pandemia. “Hay un planteo que nosotros le veníamos haciendo al gobierno nacional, las gobernaciones y los municipios sobre que la mejor forma de trabajar la cuarentena en los barrios populares es con la panza llena. Medidas de este tipo eran las que venimos demandando: más alimentos para los comedores populares y una inyección monetaria para los que viven día a día, porque la señora que vende tortillas en la puerta de la estación hace cuatro días que no está vendiendo. Si no, lo que va a empezar a crecer es la propuesta represiva, y eso terminaría caldeando una situación que hoy por hoy está bastante bien abordada por los compañeros”, señaló a PaginaI12 Nicolás Caropresi, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

El bono va ser cobrado a razón de uno por familia. En los movimientos estiman que en el país hay unos cuatro millones y medio de personas que dependen de la economía informal. De esos cuatro millones y medio, 500 mil personas ya tienen salario social complementario o el Haciendo Futuro, los dos grandes programas de cobertura que dependen del ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Hay, por otra parte, programas provinciales y municipales para quienes trabajan en cooperativas de servicios. Otras 120 mil personas están cobrando el seguro de desempleo. En todos los casos se trata de ingresos que figuran en la base de datos de la Anses, que es quien asignará el bono, cruzando los datos, ya que el Ingreso Familiar de Emergencia no incluirá a las familias que tienen planes sociales. Las beneficiarias de la AUH son las únicas que podrán recibir, también, este bono de 10 mil pesos.

El ingreso incluye a los trabajadores informales desde el monotributo B para abajo, es decir abarcando al monotributo A y el monotributo social. Para aquellas personas que no tienen tramitado hasta ahora ningún tipo de monotributo, la Anses va a abrir la inscripción en su página web.

El tope de ingresos fijados para el bono, fijado en categoría B del monotributo, marca cuál es la franja social que va a cubrir: la de quienes tienen ingresos de hasta 26.092 pesos por mes es decir la del feriante, el vendedor ambulante, el chofer de un remise, el cartonero, que venían juntando hasta unos mil pesos por día, considerando que pudieran no trabajar el fin de semana.

Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina, explicó que el bono de 10 mil pesos equivale al 57 por ciento de los ingresos de un monotributista A o el 38 por ciento de los ingresos de un monotributista B, porcentajes que dan una idea de cuánto deberá ajustarse una familia en relación a los ingresos con los que venía contando habitualmente. Claro que sin los gastos del transporte y con acceso a los alimentos a través de bolsones o viandas que están siendo distribuidas por comedores barriales y escolares. De extenderse la cuarentena, todo indica que será postergado ,además, el pago de los servicios.

Los más afectados 

¿Cuál fue el criterio del gobierno al tomar la medida? El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, detalló a PáginaI12 que ve en la actividad económica “varios problemas, pero tres principales: Uno, hay sectores específicos que se complican como el comercio o el turismo. Dos, hay sectores que tienen un parate no total, pero sí muy fuerte porque el nivel de consumo baja brutalmente. Y tres, el que se queda sin derrame, el sector informal de la economía”, que trabaja, sobre todo, para la clase media, “como el jardinero que sale a cortar el pasto; cuando la gente se queda en su casa, todo esto se traba. Este sector que, en parte, articulaba con cierto derrame de los sectores medios, con cierto nivel de consumo, es el más afectado directamente”. Arroyo agregó que el gobierno considera que es una franja que “ya venía muy golpeada” y a la que recuperarse una vez pasada la cuarentena le costará más.

Desde La Matanza, Juan Carlos Alderete, referente histórico de la Corriente Clasista y Combativa, consideró que el bono “son 10 mil pesos que van a traer alivio a los que viven de las changas y a los que no tienen nada”.

“Nosotros vemos que no hay posibilidad de aislamiento social exitoso sin apoyo social, alimentario y sanitario” consideró. Alderete integra una organización que, siendo parte del Frente de Todos, en la última semana había hecho varios pedidos públicos, entre ellos una carta a Alberto Fernández, advirtiendo sobre las condiciones de pobreza estructural, la enorme cantidad de personas que viven del trabajo informal y la falta de redes de agua potable en miles de viviendas. Tras el anunció, valoró el subsidio como “muy amplio” y adelantó que las organizaciones sociales van a ayudar con la inscripción de los beneficiarios, para lo que va a ser necesaria conectividad y paciencia. La página del Anses, esta mañana, fue desbordada de consultas.

“Creemos que este es un momento en que hay que apoyarse en las organizaciones sociales, no queremos la militarización en los barrios”, agregó Marianella Navarro desde el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), dando el punto de vista de los movimientos que no son parte del gobierno. “Le hemos planteado al gobierno que importante la continuidad de este bono, por la tremenda recesión económica en la que que va a quedar todo el país. Toda la economía va a frenarse, y en nuestro sector siempre estamos obligados a arrancar desde más atrás”. Navarro contó que en este momento, los problemas que están teniendo que resolver “son trabas que la policía le pone a compañeros que van a buscar alimentos al comedor, que tienen que salir de sus casas porque si no no comen”, y agregó que el FOL ha pedido a Desarrollo Social un aumento de los alimentos secos porque el que tienen con el aumento de la demanda no alcanza.