Un relevamiento del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) da cuenta que se perdieron alrededor de 4000 puestos de trabajo de los equipos técnicos de películas argentinas como consecuencia de los efectos del coronavirus, que ya se están sintiendo con fuerza en el cine argentino. A los18 rodajes de largometrajes de ficción (algunos que habían comenzado y otros que iban a comenzar en breve) que se suspendieron, se calcula que alrededor de 15 documentales están en la misma situación, al igual que las filmaciones de publicidades, estimadas también en 15 las suspendidas. Además del cierre temporario de las salas y de la declaración del “estado de emergencia de la actividad cinematográfica” por parte del presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Luis Puenzo –dictaminada hace unos días-, ahora se conoció este informe del SICA que destaca que los 4000 puestos de trabajo perdidos son de los equipos técnicos de películas argentinas; es decir, no incluye en su relevamiento a los directores, guionistas, actores y actrices.

"El sindicato, en este momento, no tiene ningún tipo de objeción o de cuestionamiento a las medidas dictadas por el gobierno”, señala el secretario general del SICA, Guido Valerga, antes de trazar un panorama sombrío en el rubro. “Acompañamos y entendemos que se está manejando con mucha responsabilidad. Y el Estado presente también es poder articular medidas para trabajadoras y trabajadores del audiovisual y eso hay que hacerlo con los Ministerios de Trabajo, Cultura, Producción y el Instituto Nacional de Cine, que es quien puede acompañar todos nuestros planteos también con datos certeros porque el Incaa es quien subsidia nuestra industria", agrega el titular del gremio que nuclea a los equipos técnicos: asistencia de dirección, arte y escenografía, utilería, grips, vestuario, edición, sonido, iluminación y cámara, maquillaje, peinado, producción, animación y posproducción de imagen, posproducción de sonido, y locaciones. "La primera problemática es que los trabajadores y las trabajadoras del audiovisual, en un noventa por ciento, son trabajadores eventuales. Tienen trabajo registrado, hay contrataciones, no son monotributistas y el gran problema es que son todas personas que cuando no tienen trabajo no cobran el sueldo. Ese es el primer problema serio que estamos teniendo. En un gran porcentaje son sostén de familia, con lo cual ahí también tenemos un problema serio. Tenemos datos concretos de que el 60 por ciento alquila. Esto también tiene un impacto fuerte en la salud de todas estas personas porque cuando no hay aportes ni están registrados en AFIP, dejan de estar en el padrón de la obra social, con lo cual hasta corren riesgo de quedarse sin cobertura médica. Nosotros, en particular, lo contemplamos y no vamos a dejar sin cobertura a la gente que tiene la obra social de la industria cinematográfica, pero es un tema serio”, señala Valerga sobre un problema que está creciendo.

Rodajes suspendidos

El SICA estima que hay que sumar alrededor de cincuenta rodajes caídos, teniendo en cuenta largos de ficción, documentales y publicidades. PáginaI12 pudo conocer los títulos de al menos siete rodajes suspendidos hasta el momento, que ya habían comenzado y que deberán posponerse: Chau Buenos Aires, de Germán Kral, con la participación de Carlos Portaluppi, Diego Cremonesi, Alejandro Awada y Rafael Spregelburd, entre otros; Jesús López, de Maximiliano Schonfeld, con Carla Pinto, Sofía Palomino, y Joaquín Spahn; Los delincuentes, de Rodrigo Moreno, con Esteban Bigliardi y Margarita Molfino; El monte, de Sebastián Caullier, con Gustavo Garzón y Juan Barberini; El sistema K.E.O.P.S., de Nicolas Goldbart, con Alan Sabbagh, Daniel Hendler, Violeta Urtizberea y Rodrigo Noya; La larga vida de los recuerdos, de Alberto Masliah, con Estella Garelli, Agustín Vázquez, Victor Merkin y Victoria Raposso, y Nosotres, de Sabrina Farji, con Jorgelina Aruzzi, Roberto Moldawsky, Lis Solari y Michel Noher.

Trabajos perdidos

Valerga señala que ya trasladaron la situación al Instituto y entiende que “hay que trabajar fuerte con el Ministerio de Cultura, con el de Trabajo y el de Producción para encontrar alguna otra ayuda. Valoramos mucho estos 10 mil pesos de emergencia que anunció el Gobierno. Creemos que por las facilidades que da para acceder, hay mucha gente que trabaja en el audiovisual que va a poder acceder". Pero también brinda el dato fuerte: “Hoy estimamos alrededor de 4000 mil puestos de trabajo que se perdieron, entre producciones que se suspendieron que estaban en proceso y también otra cantidad importante de proyectos que estaban por iniciarse. Cuando digo que se perdieron 4000 puestos de trabajo me refiero sólo al equipo técnico, no a los actores. Hay que entender que el equipo técnico puede ser, en algunos casos, el 50 por ciento de la totalidad del proyecto.” Ese dato tiene que ver con el personal que está contratado más el que iba a ser contratado y que ya estaba chequeado que iban a comenzar a trabajar en el transcurso de los próximos dos meses. “Por ejemplo, alguien que iba a tener contrato a partir del 15 de marzo para una película. Esos también son puestos de trabajo que se pierden en este momento. Por eso, la pérdida de puestos de trabajo no es solamente todo el registro de contratos suspendidos que, en este momento, tiene el sindicato sino también todos los proyectos que iban a empezar”. A ese panorama, Valerga suma el de las películas en coproducción con otros países que no sólo se ven afectadas por la cuarentena obligatoria sino que hay personas vinculadas a esas películas que no pueden venir a nuestro país en este momento.

“Hay un tema respecto de la edición de las películas porque son personas que podrían seguir trabajando con teletrabajo. Tanto en animación, posproducción y edición estamos tratando de articular para que se siga trabajando desde las casas. Obviamente que hay toda una dinámica de ida y vuelta más que nada con quien dirige las películas o los comerciales, donde el trabajo presencial es importante, pero de todo el audiovisual son los únicos lugares que encontramos se podría sostener la producción. Representan un 20 por ciento", informa Valerga.

Garzón sin rodaje

El actor Gustavo Garzón estaba participando en el rodaje de El monte, cuando debió suspenderse abruptamente. “El efecto es devastador para el cine. Es una actividad que no se puede seguir ejerciendo y por la cual ninguno cobra sin trabajar”, explica el actor a PáginaI12. “Para terminar de cobrar tiene que estar la película terminada y no se pudo terminar”, agrega. La filmación de El monte era en Formosa. “La gente tuvo que seguir viviendo ahí. Recién ayer (por el miércoles) volvió el equipo. Yo volví hace cuatros días por suerte porque conseguí un permiso por ser padre de personas discapacitadas y por mi edad”, sostiene Garzón. El rodaje de El monte era en Herradura, a media hora de la capital de Formosa. “Se volvió por tierra porque no había aviones. En cuanto el presidente Alberto Fernández anunció la cuarentena, estábamos filmando una toma y todos pendientes de la noticia. Y dijeron: ‘Muchachos, se acabó’. Y ahí paramos de trabajar porque tampoco se podía reunir gente, había que estar en las casas. Nos fuimos a las cabañas y después cada uno intentó volver a su casa, como fue pudiendo. Creo que quedaron siete allá, pero por su propia voluntad ya que preferían estar encerrados allá que es más lindo y más abierto antes que en Buenos Aires, que es más cerrado y más peligroso por la cantidad de casos”, comenta el actor.

Garzón imagina cómo será la Argentina después de la pandemia: “Va a ser otro mundo. Por supuesto que el país va a estar en recesión. Si ya estábamos en una situación muy difícil antes de la pandemia, ahora la situación va a ser todavía más difícil”. Pero le ve un lado positivo: “A nivel más psicológico o espiritual de la sociedad, creo que también vamos a salir fortalecidos, aprendiendo cosas nuevas de una situación nueva y dramática”. Y busca la parte positiva porque “el aspecto sanitario y el económico, sin dudas van a salir debilitados. No podemos esperar un milagro después de esto”, considera.

De todos modos, tiene esperanza en el Gobierno nacional. “Yo tengo confianza en la sensibilidad de este gobierno y sé que, de a poco, va a ir atendiendo todas las situaciones en la medida en que se pueda. Hay que empezar por los más necesitados. Y me parece extraordinario, pero luego la cadena se va a tener que extender porque vamos a estar todos perjudicados. O sea, nosotros no cobramos un peso. Por suerte tenemos a SAGAI y la DAC, que cada tanto nos transfieren dinero por derechos. En mi caso, por ser director de cine y actor. Es el único ingreso que estoy teniendo en este momento. Pero con eso no se puede vivir tampoco así que estoy preocupado”, subraya. Garzón tiene una escuela de actores convencionales y con discapacidad, que está cerrada en estos tiempos, y tampoco puede brindar los talleres que suele dictar. “No puedo hacer ninguna de las actividades que suelo hacer. Así como yo estamos todos los artistas. Entonces, el sector, en general, está muy complicado”, advierte.

Carlos Portaluppi

Otro actor que estaba participando en un rodaje y se suspendió de la noche a la mañana es Carlos Portaluppi, protagonista de Chau Buenos Aires (se estaba filmando en CABA). “Como actor lo vivo con la misma angustia del albañil, del obrero, del comerciante, de todos los que están atravesando esta situación en sus casas”, señala. “Iba la tercera semana del rodaje. El personaje mío todavía no había entrado y justo cuando estaba por empezar a filmar sucedió todo esto, así que se detuvo el rodaje”, cuenta Portaluppi. “Espero que pronto volvamos a juntarnos a trabajar, seguir con nuestras vidas y que podamos terminar esta película, que es una fuente de trabajo indispensable para todo un equipo técnico y artístico grosso”. Para Portaluppi, el panorama es complicado no solamente para el cine sino para todo el país y más para los que más necesitados están: “el cuarenta y pico por ciento de pobreza que venimos arrastrando tristemente en nuestra Argentina”. “Así que sería egoísta de mi parte venir a hablar de una preocupación de lo que pueda suceder con mi trabajo, teniendo en cuenta el contexto social actual de todos y especialmente el de los más pobres”.

 

Portaluppi vive esta situación que se está atravesando “antes que nada como persona; como seres humanos que somos nos plantea en este momento mirar hacia adentro de nosotros mismos con todo lo que nos está pasando a nivel mundial”. Para el actor, “hay que parar un poquito la pelota y pensar que tenemos que hacer las cosas mejor a partir de ahora”. Lo argumenta así: “Tenemos que hacer, en principio, un apoyo mancomunado para apoyar todas las directivas que nos bajan los que saben de esta pandemia, que son nuestros científicos, nuestros médicos y enfermeros, y nuestros gobernantes. Me parece fundamental estar atentos y ser responsables con nuestras acciones por el bien de todos. En ese sentido, estamos mirando hacia adelante y con la esperanza de que vamos a lograr derrotar a esta pandemia y que se lleve la menor cantidad posible de víctimas. Y cuidándonos lo vamos a lograr. Después, hay que pensar en lo que viene adelante: tenemos que prestar atención a lo que sucede a nivel mundial y hacer un cambio definitivo en el rumbo de las cuestiones que nos aquejan, desde el calentamiento global hasta la más mínima conducta que debamos tener para vivir en un planeta mejor”.