Sacerdotes y militantes católicos que trabajan en barrios populares han venido manifestando su preocupación por las condiciones en las que están transitando el aislamiento obligatorio las personas que viven en los barrios carenciados del conurbano bonaerense y la capital federal. Como respuesta a ello, y para recoger directamente sus opiniones, el presidente Alberto Fernández recibió por separado esta semana en la residencia de Olivos a un grupo de sacerdotes de la "pastoral de villas de emergencia" ("curas villeros") y a otro de los conocidos como Curas en la Opción por los Pobres (COPP). En ambos casos el Presidente brindó información general sobre la situación, escuchó las inquietudes de sus interlocutores y tomó nota de las cuestiones críticas.

Por su parte, los visitantes también ofrecieron su colaboración en la lucha contra la pandemia y pusieron a disposición parroquias y capillas para albergar a aquellas personas que requieran aislamiento siguiendo instrucciones de las autoridades sanitarias.

De la reunión con los COPP, celebrada el viernes por la tarde, participaron los sacerdotes Daniel Echeverría (La Matanza), Francisco "Paco" Olveira (Merlo – Moreno), Eduardo de la Serna e Ignacio Blanco (Quilmes) y el diácono Ricardo Carrizo, también de la diócesis de Quilmes. En ese encuentro también estuvieron presentes los diputados Máximo Kirchner y Eduardo Valdés.

Algunos de los participantes se encargaron de destacar las coincidencias entre sus preocupaciones y las planteadas por el Presidente. Los curas solicitaron además que se analice la posibilidad de liberar los teléfonos en las cárceles y de realizar pagos con cheques a algunos comedores populares.

En un clima de diálogo muy distendido, según lo manifestado los participantes, el Presidente invitó a sus visitantes a visitar la capilla de la residencia presidencial y se fotografió junto a los curas con una imagen del obispo mártir Enrique Angelelli en sus manos. Los COPP le plantearon a Fernández que dado el hacinamiento en el que viven muchas familias en el conurbano, quizás se pueda considerar la posibilidad de que el aislamiento obligatorio no se cumpla en cada casa sino en el barrio. Sobre todo tomando en cuenta -dijeron- que hasta el momento los contagios provienen fundamentalmente de personas que han viajado al exterior y que esta no es la realidad de los barrios populares.

Antes de ese encuentro, el pasado miércoles y también en Olivos, el Presidente se había reunido con sacerdotes de la pastoral de villas de emergencia ("curas villeros"), entre quienes se contaron el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara, y los sacerdotes José María "Pepe" Di Paola, Lorenzo De Vedia, Juan Isasmendi, Eduardo Drabble, Nicolás Angelotti y Carlos Olivero.

En ese caso el grupo le pidió a Alberto Fernández refuerzos en la ayuda alimentaria y económica para los vecinos de los asentamientos. El Presidente estuvo acompañado en el encuentro por el Secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y el diputado Máximo Kirchner.

En declaraciones a la prensa el sacerdote Di Paola dijo que el diálogo con el Jefe de Estado fue “muy cordial y riguroso” y puntualizó que durante la reunión se analizaron las dificultades que atraviesan los barrios populares y los posibles “caminos de solución”.

Al término del intercambio, Fernández y los sacerdotes grabaron un videomensaje invitando a la población a permanecer en sus casas. Allí el Presidente agradece también a los curas "por poner a disposición las parroquias para el aislamiento de quienes no tienen techo" y ser ellos mismos "un ejemplo de la Argentina solidaria que debemos construir".

Refiriéndose a la reunión y en declaraciones formuladas a la agencia católica AICA, el obispo Carrara relató que "llevamos nuestra mirada acerca de la cuarentena en los barrios” y advirtió sobre los problemas que se plantean a nivel económico. “Como hay mucha economía informal, porque la gente sale a hacer changas, a cartonear, a trabajar en la construcción, en el cuidado de personas, y hace distintos servicios en la ciudad, al no poder hacerlo la economía diaria se ve resentida y lo que sentimos es un impacto en el tema alimentario en los barrios populares”, dijo.

Sobre la colaboración que brinda la Iglesia Católica en estas barriadas populares, el obispo Carrara agregó que "hay parroquias que de modo especial han salido a buscar abuelos que están en situación de calle y ofrecerles de modo expreso venir a las parroquias" porque "está la voluntad y el deseo de acompañar esas situaciones”.

Carrara calificó de "muy positivo" el encuentro con el Presidente y destacó los gestos de solidaridad que se registran durante el tiempo de aislamiento. Como ejemplo relató que en los comedores de las villas hubo que reforzar el trabajo para cocinar para más personas o más de una tanda y que en tales circunstancias, “los voluntarios surgen de los mismos barrios, para no provocar que se mueva población de un lugar a otro”.

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