Hace tres días, la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantalla (CAEM)- que nuclea a complejos como Cinemark-Hoyts, Cinépolis y Atlas-, junto a la Federación Argentina de Exhibidores Cinematográficos (FADEC, que reúne a unos 200 dueños complejos más chicos) y la cadena Showcase (propiedad del grupo estadounidense National Amusements) emitió una carta pública al Gobierno y al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), presidido por Luis Puenzo. Se trataba de una serie de reclamos por la situación que atraviesan los cines de propiedad extranjera como consecuencia del cierre temporario de las salas en la Argentina por la crisis del coronavirus. La respuesta no tardó en llegar. Y Puenzo sentó una posición tan firme como fuerte con respecto a algo que, según entiende, tiene “imprecisiones”.

Conviene empezar por el final de la carta de respuesta del titular del organismo regulador de la actividad cinematográfica en la Argentina para entender el conflicto: “Permítanme expresar nuestro desacuerdo con el reclamo de empresas que rinden sus utilidades a corporaciones extranjeras, que suelen considerar a las regulaciones culturales como una interferencia en sus negocios, y que ahora, poniendo en dudas su posición dominante, estarían echando trabajadores a la calle al mismo tiempo que reclaman que el Estado les subsidie el alquiler en los shoppings”, señaló Puenzo. 

La carta de la CAEM tenía una larga lista de reclamos divididos a nivel nacional, provincial y municipal. “Las salas de exhibición cinematográfica con un alcance de 10.000 trabajadores en todo el país están cerradas, no perciben ingresos y no tienen ninguna posibilidad de revertir esta situación en el mediano plazo y en consecuencia, solicitamos la implementación de urgentes medidas para el sector”, comenzaba el comunicado de la CAEM.

Entre otros aspectos solicitaba, a nivel nacional, declarar la emergencia del sector relacionado con espectáculos públicos y específicamente de la exhibición cinematográfica; que “dado el cierre total de la actividad y caída inminente para todo el 2020, que genera imposibilidad de pago de salarios, requerimos que el Ministerio de Trabajo o el organismo que corresponda, se haga cargo del pago de salarios del personal del sector”; “Eximición de aportes y contribuciones de la seguridad social del total de salarios de Marzo 2020 y de los salarios del personal activo mientras dure la crisis del sector (estimada para todo el 2020)”; “eximición y diferimiento de pago del Impuesto a las Ganancias 2019 y del anticipo de ganancias 2020/2021; aplicación de subsidio 100 por ciento en las tarifas de energía eléctrica, servicios sanitarios y todos los servicios incluidos en la actividad (gas, teléfonos, etcétera) desde marzo y por todo el período en que los cines estén cerrados, y eximir del pago de intereses por pago fuera de término en todos los servicios durante 2020 y no permitir el corte del servicio por falta de pago; rebaja y diferimiento del pago de los alquileres desde marzo y hasta el 31/12/2020, y suspender el pago de comisiones bancarias y cualquier tipo de embargo en cuentas por el plazo de 365 días."

Puenzo respondió que “a fin de aclarar imprecisiones seguramente involuntarias referidas al requerimiento de la ‘Eximición o diferimiento del pago del impuesto al Cine’, que como tal no existe pero podría aludir al impuesto de Referencia”. Es que en el punto 5 de su carta, la CAEM solicitó justamente la “eximición o diferimiento del pago del impuesto al Cine pendientes y tasas de reinscripción de la actividad en el Incaa”. Puenzo fue tajante y claro: “Permítanme aclarar, aunque lo sepan, que dicho impuesto lo pagan los espectadores al adquirir entradas de cine. Los Exhibidores solo son agentes de percepción de esta recaudación que no les pertenece. Cabe señalar que en los meses previos a la pandemia el cine vendió más entradas que en años anteriores, y que no hay motivo alguno para que reclamen, no entendí a quién, quedarse con ese dinero. Me informan los que saben que el ‘agente de retención o de percepción que no depositare, total o parcialmente, dentro de los treinta (30) días corridos de vencido el plazo de ingreso’ está penado por la Ley. Y estoy seguro que todos queremos evitar sumar conflictos a los que nos plantean las actuales circunstancias”.

Como se desprende del listado de reclamos de la CAEM, la mayoría de lo que exigen no es incumbencia del Incaa. Respecto de los pedidos, en general, y en particular de una parte del punto 5 de la nota de los exhibidores, el presidente del Instituto respondió: “Salvo el segundo requerimiento incluido en el punto 5 de su nota, la ‘eximición o diferimiento (...) del pago de las tasas de reinscripción de la actividad en el Incaa’, que aceptaremos prorrogar hasta que reinicien sus actividades, no tenemos facultades para intervenir en los restantes puntos”.

Distintas entidades manifestaron su apoyo a la carta pública de Puenzo. Una de ellas fue de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina que “manifiesta su apoyo total a la respuesta de la Presidencia del Incaa a la CAEM y a la FADEC. En momentos donde están en juego muchas cosas, de extrema y singular problemática, es necesario e imperioso que todos asumamos el rol que nos corresponde, con la ley en la mano, con grandeza y generosidad”. La entidad Directores Argentinos Cinematográficos (DAC) también adhirió a la respuesta de Puenzo. “Directores Argentinos Cinematográficos expresa su más absoluto apoyo a la respuesta de vuestra Presidencia del Incaa a CAEM y FADEC. Por primera vez el cine argentino, con todo el respeto que la exhibición merece pero también con la firmeza imprescindible que requiere, le señala cual es el lugar que le corresponde”, señala la adhesión de la DAC.