Lengua de loca
Malamadre y encerrada, dos veces mala
Si el distanciamiento social obligatorio está hecho para salvar vidas, algún tipo de colchón se necesitaría también para que las madres y cuidadoras de niñes amortigüen su deseo de comerse a las crías. Y es que aunque no se las aplauda todas las noches, sobre sus espaldas sigue cayendo el peso de lo doméstico y por lo tanto de la emergencia por coronavirus-19. Aquí otra perlita de la lengua afilada de la filosofa punk, Esther Díaz
