La producción industrial registró en febrero una baja del 0,8 por ciento frente al mismo mes del año pasado, con lo cual el primer bimestre cerró con una merma interanual del 0,5 por ciento

Alimentos y bebidas tuvo un desempeño positivo, con una suba del 5,2 por ciento, aunque prendas de vestir bajó un 9 por ciento. El sector químico mejoró un 2,4 por ciento pero productos de metal cayó 13,3 por ciento y vehículos, un 14 por ciento. 

Estos datos son previos al parate casi total que el sector manufacturero sufrió en la segunda quincena de marzo a raíz de las restricciones sanitarias dispuestas por el gobierno para frenar la pandemia del coronavirus. Por lo tanto, se espera una muy fuerte caída de la actividad y también un impacto negativo en el empleo industrial.

La rama metalúrgica tuvo una baja del 13,3 por ciento en febrero, perjudicada por la menor demanda desde las actividades desarrolladas en Vaca Muerta y los menores pedidos de parte de la industria de la construcción de herramientas de mano, artículos de ferretería y otros productos metálicos. En el caso del bloque automotor, la baja es del 14 por ciento, empujada por la merma del 26,5 por ciento en autos terminados a raíz de la baja de la demanda fundamentalmente del mercado externo. En el caso de las autopartes, la caída es del 9,7 por ciento interanual en febrero.

En alimentos y bebidas, la mejora del 5,2 por ciento en febrero se debe a los avances en la elaboración de vino, galletitas, productos de panadería y pastas y a la molienda de oleaginosas. La producción de gaseosas, aguas, sodas, cervezas, jugos para diluir, sidras y bebidas espirituosas tiene aumentos del 3 por ciento en febrero, mientras que la producción de carne vacuna exhibe una mejora del 1,3 por ciento. La siderurgia mejoró un 11,1 por ciento en febrero y la fabricación de maquinaria y equipo, una suba de 10,9 por ciento.

Estos datos de actividad industrial son los últimos de una etapa económica que ya terminó, en la medida en que las restricciones sanitarias en el país y a nivel global modificaron de lleno las condiciones de producción, distribución y consumo. A corto plazo se esperan fuertes caídas en todos los indicadores.