La pandemia no suspende la búsqueda de nietos y nietas apropiados durante la última dictadura. “Si bien nuestras sedes se encuentran cerradas para el cumplimiento de la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional frente a la pandemia, la búsqueda de nuestros nietos y nietas no para”, aseguraron las Abuelas de Plaza de Mayo, antes de invitar a quienes dudan de su origen a aprovechar el aislamiento social para “escribir ese mail” al organismo y emprender el camino de búsqueda, “con la esperanza de que se produzca un nuevo encuentro”. En diálogo con PáginaI12, Estela de Carlotto aseguró que “ninguna dificultad, amenaza o temor, nos paró el caminar. Entonces ahora, en este momento trágico que transita el mundo entero por la pandemia, tampoco dejamos de hacerlo”. Y explicó que el propósito del comunicado "es recordarle al pueblo argentino que las Abuelas seguimos buscando a aquellos que todavía nos faltan que, estimamos, son alrededor de 300 nietos robados”.

Días antes de que el Gobierno decretara la cuarentena obligatoria, las Abuelas decidieron cerrar su casa en la Ciudad de Buenos Aires y las sedes que funcionan en el resto del país, a modo de prevención. No solo para aportar al cuidado colectivo sino para reforzar el cuidado de ellas mismas: “Las abuelas integran los grupos de riesgo frente a la circulación del virus que, al análisis de su historia de lucha, no es más que otro desafío”, dijo Manuel Gonçalves, nieto restituido e integrante del organismo. En ese sentido, amplió: “Ellas pasaron toda su vida repensando y evaluando cómo llegar con su mensaje de búsqueda. Y eso no cambió. Desde donde están, siguen buscando a los nietos”.

Para Carlotto, "quizás en la intimidad de la casa aquellos que tienen dudas y no se animan, puedan leer este comunicado y pensar --justamente en este momento en el que están junto a sus seres queridos-- que no los pueden obligar a ser quienes no son”. La titular de Abuelas de Plaza de Mayo alentó a que aquel que duda “se anime y mande un mensaje". Luego agregó que "cuando la Casa de Abuelas empiece a funcionar nuevamente, si sus datos y su voluntad coinciden, lo vamos a llamar y vamos a tener intimidad, reserva y respeto por lo que quiera decirnos y contarnos. Vamos a ayudarlo, porque lo estamos esperando y lo queremos mucho”.

En el marco de la pandemia, el organismo de derechos humanos continuó recibiendo consultas a través de sus diferentes correos electrónicos. “La búsqueda desde casa para que vuelvan a casa”, insistieron a través de un comunicado que emitieron con el objetivo de recordarle a la sociedad lo que planteó Gonçalves: que siguen trabajando para encontrar a los nietos y las nietas que faltan. “Estamos en cada una en nuestras casas trabajando al igual que nuestros equipos y, si bien no es lo mismo, no estamos de vacaciones", aclaró Carlotto.

“Hoy, a pesar del aislamiento social, seguimos buscando con la esperanza de que se produzca un nuevo encuentro. Aprovechemos este momento para escribir el mail que nunca nos animamos a enviar. Cada restitución reafirma lo que las Abuelas supimos desde que comenzamos esta búsqueda: la verdad sana”, puntualizaron en el documento.

A través del comunicado, las Abuelas buscan sensibilizar a aquellos que puedan “saber algo” sobre el destino de los bebés arrebatados a militantes víctimas del terrorismo de Estado, durante la última dictadura. El confinamiento que obliga la cuarentena “dispara muchas veces el repensarse a uno mismo, el hacer evaluaciones de la vida de uno”, explicó Gonçalves, nieto restituido número 57. Esos momentos pueden ser, al calor de la lucha de Abuelas, una posibilidad: “Quizá motive a quienes tengan dudas a afrontar el camino para despejarlas, o quizá impulse a aquellos que saben cosas a romper el pacto de silencio por el que las mantuvieron ocultas”, añadió.

La presidenta de Abuelas agregó que, en ese sentido, esta cuarentena es una oportunidad ya que "obliga a estar en la casa a papá, mamá e hijitos. Estamos viendo que juegan con ellos, que los divierten, y que se animan a toda una intimidad que casi no tenían, porque estaban mucho tiempo en sus trabajos". "Todo eso da motivo para que surjan muchas conversaciones”, subrayó Estela.

“Muchas personas tienen la certeza de que conocen a un hijo o hija de desaparecidos. Esa información es fundamental para terminar con una búsqueda de cuatro décadas pero, además, lejos de hacer daño, les da la posibilidad de conocer la verdad sobre su origen a aquellas personas a las que se les negó”, remarcaron desde el organismo a través del comunicado que comenzó a circular y que culmina con un deseo construido desde las condiciones excepcionales que otorga la pandemia: “Que estar en casa nos ayude a que otros también puedan volver a casa”.

“El mensaje de las Abuelas apunta al compromiso social que resquebraje el pacto de silencio”, completó Gonçalves, quien integra la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad.

Las casillas de correo electrónico que desde siempre funcionaron para establecer contacto con quienes tengan dudas sobre su identidad o cuenten con información sobre hijos e hijas de desaparecidos nacidos en cautiverio son, desde que las medidas de prevención del contagio del coronavirus redujeron el contacto físico al mínimo, los pilares principales de la organización. En [email protected] quienes se animen a averiguar si su identidad está, en realidad, vinculada con la de militantes secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura encontrará la compañía de las Abuelas y orientación. En [email protected] aquellos que tengan algún dato que permita allanar caminos hacia nuevos hallazgos podrán compartirlo.

Así, el mensaje de Abuelas es un incentivo para que quienes sepan algo puedan dar el primer paso en la búsqueda de los nietos y las nietas que aún falta encontrar: el acercamiento con quienes puedan orientarlos en ese camino. El segundo paso, el de verificación, requiere de una articulación del organismo con el Estado a través de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. Hoy, esa articulación se ve en cierta forma impedida de llevarse a cabo de manera habitual, por las restricciones que impuso el aislamiento preventivo contra el Covid-19. Sin embargo “hay mucho que se puede hacer, fundamentalmente podemos escuchar, recibir dudas y datos”, aseguró Gonçalves. “Este es un primer anuncio a la sociedad para que sepan que estamos y que queremos que vengan --finalizó Estela de Carlotto--. Después vamos a ver qué otras iniciativas lanzamos."

El rol del Gobierno ante la pandemia


“Esta pandemia va a terminar, como todo lo malo termina, y luego va a haber un cambio no solo en nuestro país, sino en el mundo entero", aseguró Estela de Carlotto en diálogo con Página/12. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo indicó que hay que tomarse la situación "con la filosofía que requiere el momento ya que se trata de algo pasajero", y que "hay que obedecer las órdenes de los que más saben y nos quieren, qué están diciendo no salgamos de casa y no desafiemos la pandemia".

La histórica luchadora se mostró conmovida porque durante los últimos días "hemos visto muchísimos actos de generosidad y enormes gestos humanitarios, de unos con otros". En ese sentido, ella es optimista: "Este es un país con una riqueza enorme, y si nos llevamos bien y sabemos quién es quién, no vamos a permitir nunca más que nos roben, sino que vamos a poder disfrutar todos, en el nivel en que estemos, de la educación, la salud, y el bienestar que genera estar atendidos como corresponde”, sostuvo.

Con respecto al rol del gobierno de Alberto Fernández ante la pandemia y las políticas que se han tomado, Estela de Carlotto opinó: “No digo que el Gobierno está haciendo las cosas bien porque les tenga simpatía, es algo que todos vemos". Luego subrayó que "la televisión nos informa todo lo que están haciendo y podemos observar la gran unidad que se ha logrado, más allá de las diferencias políticas, en pos de un objetivo común y eso es muy satisfactorio". Sin embargo, criticó que en el marco de la solidaridad generalizada "algunos todavía no entienden y quizás sean irrecuperables. Pero allá ellos, la historia les va a hacer rendir cuentas por sus actos", concluyó.

Informe: Melisa Molina.