El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, fue imputado ayer por el fiscal federal Jorge Di Lello en la causa que investiga irregularidades en la asignación de rutas aéreas a empresas que hasta ahora no operaban en el país. La pesquisa encabezada por el juez federal Sergio Torres es la misma por la que fuera imputado el presidente Mauricio Macri y su padre Franco junto con otros funcionarios y empresarios por los presuntos delitos asociación ilícita, negociaciones incompatibles con la función pública, tráfico de influencias y defraudación contra la administración pública. El secretario de Coordinación Interministerial fue sumado a la imputación por sus vínculos con Richard Guy Gluzman, uno de los dueños de Flybondi, una empresa que obtuvo 69 rutas aéreas y pretende comenzar a operar en el tercer trimestre del año, aunque todavía no cuenta con los aviones para hacerlo y, por lo tanto, no fue habilitada a volar. Di Lello solicitó además investigar la reasignación de espacios en los hangares del Aeroparque Jorge Newbery. La maniobra, revelada por PáginaI12, benefició a Avian Líneas Aéreas, la continuadora de la aerolínea de la familia presidencial, y Baires Fly en perjuicio de Aerolíneas Argentinas y el espacio reservado a Presidencia en ese aeropuerto. 

“Por qué se meten todos con nosotros? Si nos dieron todas las rutas es porque nadie más las había pedido. ¿Por qué no miran Flybondi que se quedó con Miami, Nueva York, Beijing? Ahí está el negocio”, advirtió a finales de febrero Carlos Colunga, ex gerente de MacAir y vicepresidente de su continuadora, Avian Líneas Aéreas, al rechazar la hipótesis de que la venta de la aerolínea de los Macri a la empresa colombiana habría sido una operación simulada para favorecer negocios familiares como planteó Di Lello al iniciar la investigación.  

Las declaraciones del empresario, que también está imputado, fueron realizadas al portal web Nuestras Voces, sumadas a la causa por el diputado denunciante del Frente para la Victoria, Rodolfo Tailhade, y utilizadas en el dictamen de Di Lello que ayer imputó al Vicejefe de Gabinete. “No sé si está Dietrich o Quintana detrás de Flybondi como dicen, pero el verdadero negocio está ahí. Las rutas que nos quedamos nosotros no las quería nadie. Mientras los distraen conmigo, dejan pasar el elefante que es Flybondi. Por rutas caseras a mí me pidieron tres millones de garantía. ¿Saben cuánto presentó Flybondi por ir a Miami, Nueva York y Beijing? Seis mil dólares. Ese es el escándalo, ese es el negociado”, lanzó Colunga al apuntar contra supuestas irregularidades en la asignación de rutas a esa compañía. 

La hipótesis fue retomada por el legislador denunciante y promovida por el fiscal que imputó a Quintana y solicitó investigar el otorgamiento de las rutas aerocomerciales a Flybondi así como el fondo de garantía requerido a la empresa que todavía no tiene aviones. Flybondi informó ayer que comenzará a volar en el tercer trimestre, aunque aún no cuenta con rutas asignadas ya que el Ministerio de Transporte le exigió como requerimiento que presente los contratos de compra o alquiler de aviones.

Los propietarios de Flybondi son dos. El primero es el francés Richard Guy Gluzman que exhibe estrechos lazos con Quintana. Antes de llegar a la Casa Rosada, el funcionario fue presidente de Pegasus Argentina mientras Gluzman era el vicepresidente. Esa fórmula se repitió con otras empresas como Enflex SA y se invirtió para Entertainment SA. La denuncia del diputado Tailhade sumó además que, desde marzo del año pasado, Gluzman se convirtió en coordinador de Mejoras Continuas en la Gestión, de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar). 

El otro dueño de Flaybondi es Gastón Parisier, quien tiene otros emprendimientos comerciales como la firma BigBox (de regalos empresariales), en donde tiene como socio a Lucas Werthein. Werthein, además de pertenecer a la familia que conduce el holding, se desempeña como asesor del directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), presidido por Patricio Di Stéfano y que se ocupa de regular los aeropuertos por los que pretenden circular las aeronaves de Flaybondi.