Liberar libros de poesía no es una estrategia de “marketing” enmascarada bajo el argumento empírico de que la pandemia de coronavirus ha logrado que todas las artes vivan circunstancias tan excepcionales como anómalas. Liberar poesía es un gesto político. “El movimiento literario Beat llegó exactamente en el momento justo y dijo algo que millones de personas de todas las nacionalidades en el mundo estaban esperando escuchar”, dijo William Burroughs (1914-1997). “Setenta años después, en un mundo que muestra una peligrosa tendencia a cerrarse y abrirse en ondulaciones de control, recuperar la voz de los Beat es en cierto modo una declaración de principios, una forma de inmortalizar intacta nuestra derrota”, escribió el poeta, traductor y editor Juan Arabia en el prólogo de la antología Poesía Beat (2017), que se puede descargar gratuitamente en formato PDF junto al resto del catálogo de la revista y editorial Buenos Aires Poetry .

Los libros y revistas de Buenos Aires Poetry alcanzaron más de 50.000 descargas en más de 40 países. Entre los textos se destacan Poeta en el manicomio, las memorias de Williams Carlos Williams (1883-1963) sobre sus visitas a Saint Elizabeth, el manicomio en el que fue encerrado Ezra Pound en Estados Unidos; Lustra, una edición bilingüe de uno de los libros más autorreferenciales de Pound (1885-1972) y también los 27 poemas de Exultations; la edición bilingüe de Nuevos versos y canciones de Arthur Rimbaud; hay también materiales de Dan Fante y Dylan Thomas.

Pronto se podrá descargar también las dos novedades en mayo, que por ahora estarán disponibles sólo digitalmente, hasta que se pueden publicar en papel: Poemas escogidos + Manifiesto feminista y otros textos de Mina Loy (1882-1966), en traducción de Camila Evia; y una antología de Hart Crane (1899-1932), en traducción de Rodrigo Arriagada Zubieta. También hay libros de poesía contemporánea que se pueden descargar, como Vidrio, de Juan Rapacioli, y Chanson babel, de Javier Galarza (Argentina); Prisión voluntaria, de Violeta Villalba, y Tormenta de fiebre, de William Jiménez (Colombia) y Cover, de Martín Zúñiga Chávez (Perú), entre otros títulos.

“La circunstancia actual de la pandemia del Covid-19 ha generado, según mi opinión, una contradicción fundamental entre la estructura económica del sistema capitalista y su superestructura cultural, ideológica (biopolítica, poder sobre la vida, etcétera)”, dice Arabia a Página/12. “En lo que respecta al campo cultural, la edición de libros en este caso, se ha visto que la opción de muchas grandes y pequeñas editoriales fue apostar por el formato digital, y de implementar ofertas y descuentos por diversas plataformas. Pero en última instancia, lo que rige, es el propio interés y beneficio económico, con el objetivo último (siempre invisible) de sostener una cadena armada y monopólica de la industria editorial: imprentas, distribuidoras, librerías, todos obstructores de la palabra”, polemiza el poeta, traductor y editor.

“Si un proyecto verdaderamente independiente como es Buenos Aires Poetry no puede compartir sus libros ‘más vendidos’ de forma gratuita es porque depende del ya caduco sistema de reproducción. Marx decía que era una tendencia constante y ley del desarrollo del modo capitalista de producción separar cada vez más los medios de producción respecto del trabajo y concentrar los medios de producción dispersos en grupos cada vez mayores. Y quizás este sea un buen momento de mostrar nuestro verdadero trabajo, sin algunas de estas mediaciones previas”, concluye Arabia.