Quienes la vieron atajar cuentan que parecía una arquera de ocho manos: parada bajo los tres palos con su short y camiseta negra volaba de punta a punta para sacar pelotazos. Sabía jugar con los dos pies, pero elegía salir poco. Desde el área chica vio un triunfo que quedó en la historia: fue parte de la primera selección argentina que le ganó a Inglaterra en un Mundial. Fue 4 a 1 en el mítico estadio Azteca. "Martita Soler, la arquera cantante”, le decían por entonces. Con 17 años y además de protagonizar una Copa del Mundo, cantaba tangos y boleros en el restaurante Rincón Gaucho que quedaba al lado del hotel donde concentraba el equipo. 

El Día del arquero, que se celebra el 14 de abril, encuentra a Marta Soler de cuarentena junto a dos tías y una amiga, en la Isla del Tigre, donde vive. Para la historia del fútbol es "la arquera invisible": las epopeyas de las futbolistas salen a la luz y empieza a ser una necesidad corregir los manuales del deporte más popular del mundo.

¿Y si existiera su día? En efecto, Lucila Sandoval, una ex arquera de Independiente, San Lorenzo y Boca se dio la tarea de reunir a las Pioneras del Fútbol Argentino. Después de que la Legislatura porteña declarara el 21 de agosto como el Día de las Futbolistas (por aquel triunfo frente a Inglaterra), la idea es lograr que el 22 de abril quede instaurado como el de la Arquera: es la fecha de nacimiento de Soler y reconocería a todas aquellas que la historia invisibilizó. "Son increíbles las nuevas generaciones que nos tienen como próceres", dice Marta.

El 14 de abril es considerado el Día Internacional del Arquero en homenaje al colombiano Miguel Calero, que en 2011 sufrió una trombosis venosa en el brazo izquierdo y tuvo que abandonar el fútbol. Falleció un año después. En Argentina se celebra el 12 de junio, el día del nacimiento de Amadeo Carrizo.

Marta Soler, en el medio, junto a sus compañeras Pioneras.

Soler, que en la actualidad juega al tenis con raqueta, rememora sus tiempos con la 1 en la espalda: "Mi estilo era sobrio, no tanto como esos arqueros que son un stopper más. Ojo, yo sabía con la pelota, era súper ágil. Tuve mi escuela con mi papá". Hija única, Soler jugó al fútbol desde niña con Roberto: hacían un uno contra una y eso la obligaba a Marta a volar para atajar los tiros, pero también a defenderse con la pelota en los pies.

Cuando tenía 16 años vio en la TV una convocatoria para mujeres que jugaran al fútbol. Anotó el número y en la semana fue a probarse. El equipo se llamaba Universitario. Después de mantener la valla invicta en la práctica, quedó de titular. Un año después viajaría al Mundial.

-¿Elegiste vestirte toda de negro por algo en especial?

-Yo tenía mis ídolos y uno era Lev Yashin. Era ruso, le decían la Araña Negra.

Marta conserva en su casa recortes de diarios de aquella Copa. Uno rescata el primer partido que jugaron contra México. Aquel día hubo 110 mil espectadores. Argentina perdió 3 a 1. Soler cuenta que el árbitro las bombeó: "Nos anularon goles, cobraba todo para ellas. Fue una cosa de locos".

Aquella Selección fue a esa Copa sin botines, sin camisetas y sin entrenador. En el segundo partido le ganaron a Inglaterra con cuatro goles de Elba Selva y después perdieron 5 a 0 contra Dinamarca y 4 a 0 ante Italia.

Betty García, número 9 de aquel equipo, afirma que Soler fue la mejor arquera que vio en su vida. "Volaba de palo a palo, te daba una seguridad impresionante. Después de Inglaterra jugó lesionada. En un entrenamiento se le clavaron los tapones de los botines en la tierra, giró y se lastimó la rodilla. Pero no quería faltar a los partidos, así que se infiltró. Hizo un esfuerzo enorme".

En aquel Mundial además mostró sus dotes de cantante. Cuando tenía 13 años había participado una temporada en la TV, en "Sábados Circulares", el programa de Pipo Mancera. En Rincón Gaucho, mientras la gente cenaba, entonaba con pasión las estrofas del bolero "Triunfamos", del Trío Los Panchos.

Al volver de México, Mancera la llevó otra vez a su programa. Marta cuenta que le puso un tapado de visón sobre su ropa de arquera y que le ofreció un contrato. Pero ella lo rechazó: "Le dije que quería ser futbolista".

A la vuelta de aquella Copa también fue parte de los almuerzos de Mirtha Legrand. Hace poco le dejó un mensaje a la conductora en su página de Facebook: "Hola Mirta, mi nombre es Marta Soler. Soy la arquera de la selección argentina de fútbol que jugamos el mundial de México 1971. Estuve en su programa en setiembre del ‘71 (al volver del Mundial). Le mando muchos besos". 

Defendió el arco hasta sus 28 años. Después del Mundial de 1971 y junto a algunas compañeras (Betty García y Virginia Cattaneo) pasaron a defender los colores de Racing, conformando un equipo mítico: La Academia. Dijo basta después de un torneo que ganaron en 1978 en la cancha de Excursionistas.

Si bien ahora está alejada del fútbol, junto a sus compañeras del ‘71 viajó el año pasado al Mundial de Francia a ver el partido que la Selección perdió 1 a 0 contra Inglaterra. Ahí se conmovió con la actuación de Vanina Correa: "Me pareció una genia. Sacó todo, estuvo bien ubicada siempre. Me alegra mucho que haya tantas chicas jugando y con tanto empuje para cambiar las cosas".

Si la historia del fútbol hubiera incluido lo hecho por las mujeres, Marta Soler sería hoy la cara de los flyers que circulan por las redes para celebrar el Día de las y los 1: "A nosotras en aquel momento no nos importaba que nos dijeran que fuéramos a lavar los platos -dice-. Porque nosotras jugábamos porque amábamos el deporte. Y eso no nos lo quita nadie".