Egresados de las universidades de la Plata y de la Tecnológica Nacional de Concepción del Uruguay realizaron un oxigenador para pacientes de COVID-19, en caso de falta de respiradores.

Matías (35) y Miguel (30) Volker son dos primos entrerrianos, egresados de universidades públicas nacionales. Mientras el mayor realizó la carrera de odontología en la Universidad de La Plata (UNLP), el menor se recibió de Ingeniero electromecánico en la Universidad Tecnológica Nacional de Concepción del Uruguay (UTN).

Ya de vuelta en su Gualeguaychú natal, decidieron llevar a cabo un prototipo de lo que ellos llaman un “oxigenador múltiple de bajo costo”, que permite dar asistencia a varias personas al mismo tiempo para afrontar un eventual colapso sanitario por la expansión del coronavirus.

Lo que busca este prototipo es ganar tiempo hasta que se consigue un respirador ordinario. El oxigenador permitirá estabilizar al paciente que sufra una falla respiratoria como consecuencia del COVID-19.

“Cuando llegaban las noticias que en Italia y España moría muchísima gente por falta de asistencia respiratoria mecánica, pensamos en qué podíamos hacer por si esa situación se replicaba en el país”, explica Matías al Suplemento Universidad de Página 12.

El proyecto consta de tres partes: una electrónica que controla los ciclos de respiración y la frecuencia, que es manejada por un profesional de la salud mediante un ciclo de programación, esto tiene una cañería principal que inyecta aire y oxigeno también graduado por el médico. La segunda etapa es neumática, la cual trabaja con dos presiones, una positiva (utilizada para la inspiración) y una negativa (que mediante el vacío se usa para la espiración); y la parte final, el tratamiento del aire a través de filtros y radiación ultravioleta, que permite tratar toda la carga viral.

De esta forma, el mecanismo ayudará al pulmón a hacer el proceso inspiración y espiración. El módulo fuerza el aire a la entrada, y ayuda haciendo vacío y lo saca haciendo presión. Luego, el aire va a una terminal cerrada con filtros y radiación para tratar al virus infeccioso.

“Está diseñado para ser usado con mascarillas. Nosotros realizamos las pruebas con tres terminales, por una cuestión de costos, pero pueden ser muchas más, lo que permitiría alivianar mucho la demanda de respiradores y ganar un tiempo vital”, subraya Matías.

Tanto la planificación, la proyección y la realización fueron realizadas en plena cuarentena. “Eso fue lo más complicado, principalmente para conseguir los materiales con todo cerrado”, explica Matías, al tiempo que agrega: “Solo nos juntamos cuando fue estrictamente necesario y con permisos.

Al respecto, Matías recuerda que para ellos el tiempo de realización “era fundamental” ya que, según cuenta, “a esta altura esperábamos muchísimos más casos, pero la cuarentena nos permitió más pruebas”.

Sobre cuáles son las expectativas de su trabajo, ambos coincidieron en que no buscan el lucro sino ayudar en una posible crisis. “Lo que queremos es que llegue a la gente que más lo necesita”.