El Banco Central informó este domingo que los depósitos a plazo precancelables en UVA duplicaron su volumen en las entidades financieras durante abril y explican alrededor del 10 por ciento del aumento total de las colocaciones desde el 13 de abril, cuando se produjo la reapertura gradual de los bancos en medio de la pandemia.

Este instrumento fue lanzado por la entidad monetaria en febrero como una opción de inversión a tasa real positiva para los ahorristas. De este modo, quienes lo eligen se cubren frente a la inflación, siempre y cuando dejen el depósito al menos 90 días ya que estos depósitos ofrecen una tasa mínima de 1 por ciento sobre la inflación, medida a partir del Índice de Precios al Consumidor del Indec, si se cumple el plazo contractual de 90 días. Ahora bien, el inversión tiene la opción de precancelarlo a partir del día 30, pero en ese caso obtiene solo el equivalente al 70 por ciento de la tasa de política monetaria, como los plazos fijos tradicionales.

En un contexto de controles cambiarios, donde los pequeños ahorristas solo pueden comprar 200 dólares mensuales, el plazo ajustado por UVA comenzó a ganar terreno. Los bancos están obligados a ofrecer esta opción a todos los ahorristas a través de todos los medios, ya sea en las sucursales con presencia física o a través de las plataformas electrónicas.


La Superintendencia de Entidades Financieras es la encargada de controlar que los bancos tengan esta oferta de Plazos Fijos Precancelables UVA+1.

Asimismo, a mediados de abril, el BCRA estableció una mejora en la rentabilidad de los plazos fijos tradicionales a través de una tasa mínima. Esta tasa es el 70% de la tasa de política monetaria, que actualmente implica un 26,6% (TNA) y un 30,1% (TEA) para los depósitos a 30 días.