Mujeres de barrios vulnerados de Buenos Aires
La curva que no se aplana
Sobrecargadas por las tareas de cuidado y las tareas comunitarias, cumpliendo un imposible aislamiento social obligatorio por las condiciones de hacinamiento de los barrios que todo el mundo conoce como villas, las mujeres y travestis que hacen del feminismo un lugar de amparo y resistencia trabajan más que nunca en cuarentena para poner límites también a la violencia machista y al hambre. Sin embargo, no reciben salario por estas tareas que se agravan mientras el contagio comunitario de covid-19 crece exponencialmente y se cruza con la proliferación del dengue y la falta de agua potable.























