Desde hace casi un mes, la operación había dejado de ser un misterio y se conocía su final. Pampa Energía, el holding que encabeza Marcelo Mindlin, iba a integrar a su collar de perlas a Iecsa, la firma de ingeniería en construcción que pertenecía al grupo Macri y dejó de serlo sin salir del clan familiar. Según se informó ayer oficialmente, Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri, se desprendió de la totalidad de la constructora y sus empresas asociadas por un monto que no se dio a conocer, como tampoco la modalidad de pago. En su anterior transferencia, en 2007, Iecsa pasó de las manos de Franco Macri a las de Calcaterra, su sobrino, por una cifra de 61 millones de dólares, de los cuales 15 millones se abonaron al contado y el resto, 46 millones, se pagaron con los dividendos de la propia empresa hasta su cancelación final, en 2014. Las inusuales facilidades generaron por entonces sospechas sobre la veracidad del cambio de dueño. Similares sospechas resurgen ahora, en medio de un sinfín de denuncias por supuestos beneficios a las empresas del grupo familiar del presidente y de sus allegados, en casos como la deuda de Correo Argentino, la explotación de rutas aéreas y los contratos con las constructoras de Nicolás Caputo. Iecsa, además, aparece involucrada en testimonios de ex directivos de la empresa brasileña Odebrecht ante la justicia de su país por el supuesto pago de coimas.  

 El hasta ahora titular de Iecsa, Angelo Calcaterra, intentó durante buena parte de 2016 concretar la venta de la empresa a capitales chinos, pero al verse frustrado el negocio se buscó otra alternativa. Según el comunicado de  ayer, Pampa Energía logró quedarse con Iecsa “tras una competencia internacional organizada por el Banco Lazard, donde participaron compañías nacionales e internacionales”.

 Pampa Energía informó que Iecsa, “a partir de los próximos cambios societarios pasará a llamarse Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico, Sacde”, y será presidida por Damián Mindlin, “quien también asumirá el rol de CEO”. Marcelo Mindlin, junto a su hermano Damián, Gustavo Mariani y Ricardo Torres, socios y principales accionistas de Pampa Energía, fueron quienes ayer firmaron la compra de la constructora Iecsa. 

 Su nuevo nombre, Sacde, trae reminiscencias de SADE, la empresa de ingeniería y construcción del grupo Pérez Companc, y no por casualidad. Marcelo Mindlin no oculta su intención de convertir a Pampa Energía en una suerte de remake de lo que fue la firma que encabezara Goyo Pérez Companc en el sector energético en décadas pasadas. Varios de los activos que formaran parte de aquel grupo hoy están en manos de Pampa. Entre ellos, el edificio de Maipú 1, en donde Mindlin ocupa las oficinas que pertenecieran a “Goyo”. Hace menos de un año, Pampa compró los activos de Petrobras en el país que anteriormente pertenecieran a Pérez Companc. La operacioóm, por 900 millones de dólares, incluyó pozos de producción, refinerías y la red de estaciones de servicio, además del edificio de Maipú 1.   

 Pampa Energía cuenta, además, con inversiones en el área de electricidad, que incluye centrales térmicas e hidroeléctricas, y el control de la distribuidora Edenor. La firma se ha beneficiado por la política de recomposición tarifaria del gobierno actual, lo cual le representó un flujo de ingresos extra millonario. En este sentido, los intereses económico del grupo Mindlin y político del gobierno nacional confluyeron. Pampa Energía obtuvo los recursos para consolidar su expansión y el gobierno logró que una de las principales contratistas del Estado se presente como apartada del clan familiar presidencial.