El presidente de Brasil Jair Bolsonaro pidió que se escuche el clamor de los empresarios para flexibilizar las cuarentenas por el coronavirus. “La libertad es más importante que la propia vida", sostuvo el mandatario en una visita sorpresa al Supremo Tribunal Federal (STF). De esa manera evidenció sus prioridades mientras los muertos se cuentan de a miles en el país. Más de 8.500 personas ya perdieron la vida y 125 mil contrajeron la covid-19. Este jueves se confirmó que el portavoz de la Presidencia, el general Otávio Rego Barros, también tiene la enfermedad. Ante el avance letal del virus algunos estados decretaron el confinamiento total en decenas de ciudades.
Pandemia y neoliberalismo
El presidente dialogó con los miembros del STF acompañado por su ministro de Economía Paulo Guedes. También formaron parte de la comitiva 15 empresarios de primera línea. El encuentro más bien pareció un pase de facturas al presidente de la instancia judicial más alta de Brasil, Antonio Dias Tóffoli. Hace dos semanas la Corte Suprema brasileña había permitido a gobernadores e intendentes ordenar cuarentenas para enfrentar al coronavirus. Exactamente lo opuesto a la prédica del Ejecutivo brasileño.
En la reunión que fue transmitida por redes sociales Bolsonaro sostuvo que Brasil podría tener una crisis económica como la de Venezuela. "No tiene sentido quedarse en casa. La rueda de la economía se detuvo. Todos seremos aplastados", resaltó el presidente. Además defendió la necesidad de una acción coordinada entre los poderes para revivir la economía. El mandatario le señaló a Dias Tóffoli que según los cálculos de Guedes ya se perdieron 10 millones de empleos por la pandemia. Un empresario agregó que la capacidad instalada de la industria está en un 40 por ciento.
Hasta el momento Bolsonaro desoyó casi todas las recomendaciones que le hicieron los expertos sanitarios. Desde el primer momento arengó a los brasileños para que incumplieran el aislamiento anunciado por gobernadores e intendentes. Luego, renuncia mediante de su ministro de Salud, minimizó las muertes por la covid-19 e intentó desligarse de su responsabilidad. "¿Y qué? Lo lamento. ¿Qué quieren que haga?" , había dicho la semana pasada. En los últimos días apuntó también contra la OMS con una fake news.
En ese marco, el presidente le confirmó a periodistas que vetará parte del llamado Presupuesto de Guerra aprobado por el Congreso para evitar los límites fiscales. En línea con sus reformas de ajuste, también anulará la autorización de paritarias en el sector público hasta fines de 2021. "Todos tienen que hacer un esfuerzo", subrayó el mandatario al anunciar que no habría instancias de negociación salarial para los trabajadores brasileños. Por su parte, el presidente del STF, remarcó la necesidad de crear un “comité de crisis” tripartito. “Para que los poderes, junto con los empresarios y los trabajadores, puedan pensar en esta necesidad de traducir en realidad el deseo de trabajar, producir y mantener empleos”, sostuvo Dias Tóffoli.
A contramano del presidente
El Estado de Ceará, al norte de Brasil, cuya capital es Fortaleza, es el tercero con más casos de coronavirus en todo el país: 12.304 positivos y 848 muertos. Ante el avance de la pandemia el gobierno local decidió prorrogar otros 15 días el aislamiento social. La circulación en espacios públicos de personas y automóviles sólo se permite para servicios esenciales. El uso de tapa bocas es obligatorio. Por su parte la ciudad de Sao Luis, capital de Maranhao, decretó el martes el cierre total salvo de las actividades consideras “básicas”. También en el Estado de Pará el gobernador Helder Barbalho anunció cuarentenas en diez municipios. En la capital del mismo, Belém, tanto el sistema de salud como los servicios fúnebres están saturados.
Respecto al Portavoz de la presidencia, las autoridades de Salud informaron que se encuentra en buen estado y en aislamiento domiciliario. Barros es una de las 23 personas que formaba parte de la delegación presidencial que viajó en marzo a Estados Unidos. Dentro del Ejecutivo también dieron positivo de la covid-19 el ministro de Seguridad Institucional de la Presidencia, Augusto Heleno; el de Minas y Energía, Bento Albuquerque; así como el secretario de Comunicaciones, Fábio Wajngarten.
Ante el gran número de contagios de personas cercanas, Bolsonaro se hizo las pruebas en dos ocasiones. Ambas dieron negativas, pero el mandatario nunca hizo públicos los resultados. Esto motivó a que el diario El estado de Sao Paulo hiciera una petición a la Justicia para conocer los test. Hace algunas semanas una jueza de primera instancia aceptó el requerimiento y pidió al presidente divulgarlos en 48 horas. Pero la decisión fue anulada el sábado pasado por otra jueza, Mónica Nobre. Sin embargo, este jueves el magistrado de segunda instancia André Nabarrete consideró que la sociedad debe conocer si el presidente fue diagnosticado con el coronavirus. En su fallo, el juez recalcó que el conocimiento sobre el estado de salud de Bolsonaro es fundamental, ya que por sus funciones deberá circular, desplazarse y entrar en contacto con ciudadanos.