La noticia sobre la Municipalidad de Yerba Buena, Tucumán, no se encontraba en el interior del edificio sino en los contenedores de basura que hay en la vereda donde ayer se encontró tirado una cantidad importante de material educativo que había remitido el Gobierno nacional. Se trata de cartillas que preparó el Ministerio de Educación que debían ser entregadas a los estudiantes en estos tiempos de pandemia por el coronavirus. El intendente Mariano Campero de Juntos por el Cambio no abrió la boca. Lo hizo su secretario de Gobierno, Manuel Courel, quien aseguró que lo que se arrojó a la basura es "material de descarte". 

La reacción ante la novedad no se hizo esperar. El presidente de la Comisión de Educación del Concejo Deliberante de esa ciudad, Marcelo Albaca (peronista) pidió por nota un informe detallado de dónde y a quienes se les entregó los libros y analizan interpelar a la directora de Educación Municipal, Victoria Desjardins. El dirigente radical Ariel García, denunció la situación y dijo a Página/12 que se siente con “mucha bronca e indignación” por el hallazgo.

“Ver que en el basurero de la puerta de la Dirección de Educación municipal de Yerba Buena estén tirados a la basura este material de estudio, me da mucha bronca y más indignación. El esfuerzo que hacen los padres y madres de todo el país, tratando de ayudar a los chicos para que continúen el aprendizaje en su año escolar con todo lo que significa. Y vemos la poca valoración que le dieron a los cuadernillos que cumplen un rol fundamental, porque hay muchos adultos que no saben aún adaptarse a la tecnología y este material de estudio se convierte en fundamental para ayudarlos a los más pequeños en las tareas”, dijo el ex legislador.

En el comunicado que lleva la firma de Courel, nunca aceptó que los cuadernillos fueran tirados a un contenedor de basura sino que, “fueron dejados” y que deberían “haberlos descartado”. Es más, el funcionario macrista indicó que "cometimos el error de dejarlos en un contenedor, en vez de haber pedido instrucciones para su descarte”, sostuvo.

Por otra parte, el concejal Albaca dijo que, “estoy triste, pasmado ante la evidencia escalofriante de la total falta de respeto al trabajo de los demás y no ver la necesidad de este material en los sectores más humildes. Yo la llame a la directora de educación y nunca me atendió. Por eso pedí un informe detallado de los cuadernillos entregados y que se reimpriman todo el material que fue tirado a la basura”, sostuvo el edil.