Dalmiro Costamagna es trabajador de reparto y cadete de mensajería. Contratado en condiciones precarias, sin ART ni obra social, el año pasado sufrió un grave accidente en moto mientras trabajaba y pasó un fin de semana internado. "Tuve una lesión muy fuerte en el cráneo; aunque al final salí bien, podría no haber contado la historia", detalló en diálogo con Página/12. Sus empleadores no se hicieron cargo de la situación, agregó. En un vivo de Instagram organizado por la Agencia Nacional de Seguridad VialCostamagna dialogó con Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la la Agencia. En la charla, además de remarcar que los empleadores deben brindar las condiciones de seguridad necesarias, ambos concientizaron sobre el buen uso del casco. 

"Yo tenía el casco puesto pero mal ajustado, por eso cuando caí al piso salió volando y así me lesioné el cráneo. Si no lo hubiera tenido puesto, tal vez hoy no contaba la historia, y si lo hubiera tenido bien ajustado tal vez no me pasaba nada. Es importante no solo tenerlo sino saber cómo usarlo", aseguró el trabajador en conversación con el director de la Agencia. Martínez Carignano señaló que "la falta de uso de casco es un problema muy grave. En algunas provincias, 7 de cada 10 muertos en accidentes son motociclistas y, en esos casos, el uso de casco es bajísimo". 

Costamagna detalló a este diario que la lesión se produjo en el peñasco del hueso temporal del cráneo. "Me llevaron al Hospital Álvarez pero ahí no tenían para hacer tomografía, así que me derivaron al Durand, donde sí podían hacerla. Cuando volví al Álvarez con los resultados, no había neurocirujano para verlos, por lo que me fui al Santojani y ahí me dijeron que tenía que quedarme en observación porque me había lastimado el peñasco, algo que podía ser peligroso", recordó. 

Aunque la lesión del trabajador finalmente no acarreó mayor gravedad, Costamagna debió permanecer internado todo el fin de semana. Apenas ocurrido el accidente, el repartidor se contactó con su empleador para consultarle si daría aviso a la ART: la respuesta que recibió fue que la empresa se haría cargo de los costos por fuera de la Aseguradora. Sin embargo, contó el trabajador, cuando obtuvo el alta eso no sucedió. "Me mandaron a tomar antibióticos. Cuando le pedí el dinero a mi empleador para comprarlos me lo negó: estamos hablando de 400 pesos", aseguró el trabajador. 

Costamagna está contratado por una empresa que terceriza las entregas. No tiene recibo de sueldo en el que verificar si se realizan los aportes, no cuenta con ninguna cobertura de obra social. La ART "hay meses que la pagan y otros que no. Supuestamente tengo pero cuando me ocurrió esto decidieron no usarla, lo que es sospechoso". Por eso, para explicar su relación laboral, Costamagna dijo que se trata de "un blanco medio mentiroso". 

"En seguridad vial, antes se evaluaban solo tres factores: el vehículo, el conductor y el estado de los caminos, calles o avenidas", detalló Martínez Carignano, que actualmente la situación es diferente, porque "ahora sabemos que las relaciones laborales de los trabajadores que salen a repartir son un factor más". 

"Un chico que maneja una moto, que hace repartos de comida y que sabe que sus ingresos dependen de cuantos repartos va a llegar a hacer, está posicionado diferente ante una situación como la de decidir si pasar o no un semáforo en rojo, porque sabe que si no llega a hacer la entrega no cobra", advirtió el director de la Agencia. Por eso, "la relación laboral tiene incidencia directa en la seguridad vial, sería mucho más seguro si tuvieran un sueldo fijo a fin de mes", evaluó Martínez Carignano en referencia a los repartidores que trabajan para plataformas digitales en condiciones de informalidad.

En lo que va del aislamiento social, preventivo y obligatorio, dos trabajadores de plataformas digitales murieron en accidentes de tránsito producidos en su horario de trabajo. El 11 de abril, Emma Joncka, de 23 años, murió en Rosario tras ser embestida por un colectivo mientras repartía para PedidosYa. El 23 del mismo mes, Franco Almada, de 19 años y también trabajador de PedidosYa, falleció tras ser atropellado por un auto que se dio a la fuga en la localidad de Bernal. En ninguno de los dos casos la empresa se hizo cargo de la situación y los repartidores sumaron el reclamo de justicia en el paro realizado el pasado viernes. 

Costamagna aseguró que él mismo debe todos los elementos de seguridad necesarios para hacer su trabajo. "Un buen casco no sale menos de siete mil pesos y desde el trabajo no te lo pagan. Ellos te dicen donde tenés que repartir y nada más, los elementos de seguridad corren por cuenta tuya", detalló. Además, luego de sufrir el accidente, el trabajador tuvo que hacerse cargo de los costos de reparación de su moto, porque la empresa no le prove ningún tipo de seguro por accidente. 

Durante la conversación en el Instagram de la Agencia, Martínez Carignano anunció que, luego de finalizado el aislamiento, Seguridad Vial realizará campañas en el interior del país para repartir cascos gratuitos y dictar clases teóricas y prácticas sobre seguridad vial. "La pandemia va a hacer que la gente evite el transporte público, por esta razón seguramente va a haber más motos circulando. Hay que estar preparados para eso y educar en la utilización del casco", concluyó. 

Informe: Santiago Brunetto