Informes recientes han permitido dimensionar el cimbronazo que se produjo en el mundo del libro y advertir desafíos de esta coyuntura. La primera aproximación fue una encuesta elaborada por Alejandro Dujovne y Heber Ostroviesky a diez días de la cuarentena, respondida por 158 editoriales, 86 librerías y 13 talleres gráficos. Según su análisis, los efectos más inmediatos se verían en las librerías, ya debilitadas por la baja del consumo y el aumento de los costos fijos. Pero la mayoría de los libreros anticipaba que, de continuar el aislamiento, no sólo suspenderían el pago de impuestos sino que cortarían la cadena de pagos. Las ventas a futuro, los pedidos a domicilio y finalmente las reaperturas remediaron sólo una parte de la caída.

La cancelación de eventos afectó otra fuente de ingresos, en especial para las editoriales independientes. En Estado de feria permanente (2019) señalamos la sociabilidad como un aspecto central de esos proyectos, que crean comunidades de lectura más que atender a lectores anónimos. Si bien parte se construye en las redes, los encuentros en ferias, ciclos de lectura y presentaciones son irreemplazables. El feriar continuo se relaciona además con el déficit de librerías en muchas provincias: los eventos garantizan el acceso al libro en buena parte del país. En la encuesta de Dujovne y Ostroviesky, el 58% de las editoriales preveían caídas de ventas fuertes o muy fuertes en caso de suspenderse las ferias hasta junio.

Ante la continuidad del aislamiento, casi todos los editores redefinieron sus planes para 2020, cancelando o postergando títulos. Y lógicamente, se imprimieron menos libros. Un informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL) muestra una disminución histórica de ejemplares en el primer cuatrimestre: 50% respecto al año previo. Los primeros tres meses había sido leve: 5,9 millones contra 6,5 de 2019. En abril la producción se desplomó: 500 mil ejemplares frente a 5,8 millones del año anterior.

La nueva coyuntura empujó a muchos editores a lo digital, tanto para las ventas (e-commerce) como para la producción (e-books). Según la CAL, el 63% de las novedades registradas en abril corresponden a ese soporte (la mayoría, versiones digitales de libros ya existentes), mientras que el mismo mes de 2019 eran apenas el 15%. El trabajo Editoriales argentinas ante la cuarentena, realizado por Daniela Szpilbarg a partir de una encuesta a 128 sellos, sostiene que la parálisis “tomó a las editoriales desprevenidas y con pocos recursos/herramientas, ya que el mayor porcentaje de ellas no tenía desarrollado su canal online de ventas ni su catálogo digitalizado”. Según ese relevamiento, sólo el 14,8% cuenta con 60% o más del catálogo en e-book; el 51% no tiene ningún título en formato digital; y al día de hoy el 66% no comercia e-books, aunque los haya desarrollado. Del informe de Szpilbarg se destaca el reconocimiento de acciones colectivas. La cooperación entre sí y con librerías independientes abarcó a buena parte de las editoriales, con iniciativas de compra futura como #SalveseQuienLea, la organización de ferias on line (como FELCA o Migra) e incluso la liberación de PDFs como tempranamente propuso EDITA.

El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe también presentó un informe este mes -El sector editorial iberoamericano y la emergencia del COVID-19-, que incluye un detalle sobre las medidas gubernamentales. Al sostener el Programa Libro% pese a la suspensión de la Feria Internacional, Argentina está entre los pocos países que hicieron compras estatales. No obstante, el 67% de los encuestados por Szpilbarg considera insuficiente la acción oficial.

Entre las demandas y propuestas sobresalen dos: 1) Tarifas especiales y soluciones logísticas para los envíos; 2) Control de precios al papel y la posibilidad de que se subsidie ese insumo o se cree un “banco de papel” (idea que ya han venido planteando los editores de revistas independientes). Ambas remiten a problemas previos, exacerbados por la nueva coyuntura.

Daniel Badenes es docente-investigador de la Universidad Nacional de Quilmes / www.lease.web.unq.edu.ar