La primera escena de Everything´s Gonna Be Okay es un beso gay. Nicholas (Josh Thomas) y Alex (Adam Faison) enredan sus lenguas en una cita nocturna al aire libre. "¿Vamos a algún lado y hacemos cosas gays?", le propone Nicholas. Cuando Josh Thomas le mostró a su madre el comienzo de su nueva serie, meses antes de que salga al aire, ella se preocupó de que cancelen su show antes de que empiece. "¿No creés que podría hacer que la gente apague el televisor?", le preguntó su madre. "Si no quieren ver a personas homosexuales besándose, entonces no quiero que vean mi programa. No quiero que mi audiencia sea homofóbica", le contestó. 

Ese carácter determinante que tiene el actor y guionista australiano, la forma en que cuida sus ideas, provoca que sus series se distancien de las decenas de producciones queer que intentan sembrar en terreno seguro. Repetir fórmulas probadas para seducir, sin el menor riesgo, a la mayor cantidad de públicos. Josh Thomas no busca ser adorado por todxs, el amor de sus dos perros que parecen pequeñas ovejas (John y Bilby) y de su novio Josh Schmidt es suficiente. Al igual que en Please Like Me (2013-2016), Everything´s Gonna Be Okay retrata a un protagonista que se enfrenta a un cambio rotundo en la vida, teniendo que despedirse de su zona de confort. Nicholas es un entomólogo gay de 25 años que aprovecha su viaje a Estados Unidos, donde viven su padre y hermanas menores, para tener sexo casual con Alex. Un prometedor dentista que usa musculosas al cuerpo. Nicholas no tiene demasiadas responsabilidades ni vínculos profundos, salvo su dedicación por los escarabajos azules y gusanos negros. El protagonista comprende más a los insectos que a las personas. Pero una triste situación familiar, la repentina muerte de su padre, lo obligará a aprender a cuidar humanxs. A sus hermanas: Genevieve (Maeve Press), una quinceañera bien darky, y a Matilda (Kayla Cromer). Una adolescente de 17 años con autismo. Nicholas, de un día para el otro, se queda al frente de una casa con una pileta que no sabe cómo limpiar, y a cargo de dos menores de edad que conocen muy poco a su hermano mayor. Lo único que saben es que es gay. Josh Thomas no pone al protagonista a ocupar el lugar de padre ni el de un tutor, más allá de los papeles que firmó. Everything´s Gonna Be Okay narra el proceso de construcción de una familia que funciona escapándole a los manuales conservadores de crianza. Fusionando el drama con la comedia, y la risa con el llanto. 

Contra la representación

En el funeral del padre de lxs tres hermanxs es Matilda quien da el discurso en la ceremonia. Sus palabras sorprenden a lxs invitados. "Papá solía frustrarse cuando yo solo hablaba de mí, pero ahora está muerto. ¡Sorpresa!", dice provocando una carcajada en el público. El personaje interpretado por Kayla Cromer, una actriz que tiene autismo, no se parece a otras representaciones que se han hecho en la ficción. Matilda es graciosa y atrevida, y está lidiando con la intensidad de su despertar sexual. ¿Por qué la ficción nunca muestra la vida sexual de personas con autismo?

 Josh Thomas se planteó ir en contra de ciertos estereotipos que tantas series y películas (desde Rain Man hasta la reciente The Good Doctor) establecieron alrededor del autismo: ese genio matemático excéntrico e inestable. El autor australiano de 33 años desarma esa caricaturización junto a la consultora de la serie, Alix Generous. La investigadora de biología con síndrome de Asperger que apuntó contra las ideas preconcebidas y clichés sobre el autismo en su famosa charla TED de 2015. Josh Thomas fue diagnosticado como TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) a los 28 años, y fue a partir de ese momento que se empezó a interesar por personajes no neurotípicos. Sus series siempre reflejan parte de su historia: Please Like Me iba a ser una comedia sobre un veinteañero heterosexual que cogía con un montón de chicas. Pero la salida del closet del comediante hizo que reconsideren la trama, sin por eso reducir la cantidad de sexo que tiene el protagonista. Solo que con hombres en vez de con mujeres. Pero lo que es más interesante: se hizo a la manera de Josh Thomas, sin espacio para los eufemismos. 

Mientras producían Please Like Me, un ejecutivo del canal le preguntó si era necesario incluir el plano de un personaje masculino con las piernas para arriba, a punto de tener sexo anal. "Si vos me decís que no puedo mostrar sexo anal me estás diciendo que no puedo mostrar sexo gay", le contestó furioso. Ahora Josh Thomas habla explícitamente de sexo anal en un canal que le pertenece a Disney, Freeform. Rompiendo (no tan) de a poco varias reglas de la televisión por cable para poder hacer lo que se le canta el culo. Everything´s Gonna Be Okay expone el goce entre dos putos, pero también le hace lugar al cuerpo que no es una máquina automática frente al deseo. También puede no conseguir una erección cuando se atraviesa un duelo. Entendiendo que no hay una sola forma de coger, por eso Josh Thomas se ocupa de enseñarle al espectador todas las maneras posibles de dar y recibir placer.