El manejo de la emergencia sanitaria puso a prueba la eficacia de los Estados y cambió la valoración de los pueblos sobre sus presidentes. En la Argentina, con uno de los índices más bajos de contagios, la imagen de Alberto Fernández subió 25 puntos desde el comienzo de la cuarentena. Según un estudio de la organización Directorio Legislativo entre mandatarios de América Latina y el Caribe, la peor imagen pertenece al chileno Sebastián Piñera, pese a que mejoró respecto al 10 por ciento de popularidad que tenía mientras sus carabineros reprimían manifestaciones. En Brasil, que superó los 10 mil muertos por covid-19, la imagen negativa de Jair Bolsonaro aumentó nueve puntos.

El monitoreo surge de una recopilación de encuestas en doce estados. La rápida respuesta del gobierno argentino en ordenar el aislamiento e instrumentar medidas de apoyo a los sectores más vulnerables se tradujo en un salto en la imagen positiva de Fernández: de 55 a 80 puntos. El análisis destaca que llegó a 91,7 por ciento pero disminuyó por las polémicas derivadas de errores de coordinación, compras públicas de alimentos y arrestos domiciliarios para población en riesgo.

Bolsonaro se resistió a dictar medidas de confinamiento y destituyó a su ministro de salud por promoverlas. El resultado son 10.627 muertes (dato del 11 de mayo) y un alto índice de contagios. Hace un mes renunció además su ministro de Justicia y operador clave Sergio Moro. En ese marco, la imagen positiva del militar se redujo desde 41 puntos a principio de año hasta los 30 actuales.

En Chile, las masivas movilizaciones que arrancaron en octubre minaron la gestión de Piñera, que llegó a rozar los 10 puntos de aprobación. La respuesta a la crisis, con un temprano plan de contención, cuarentenas regionales y temporales pero también apoyo financiero a sectores afectados, lo ayudó a evitar el precipicio y llevó su imagen positiva a 19 puntos, que sigue siendo la peor de la región.

La gestión del mexicano Andrés López Obrador es las más castigada por la crisis sanitaria: su imagen positiva pasó del 63 al 54 por ciento. La enfermedad llegó a México el 27 de febrero y el gobierno declaró la emergencia a fines de marzo, con mínimas restricciones a la circulación y a la actividad económica. El saldo: 3353 muertos hasta el lunes pasado.

El colombiano Iván Duque, igual que Fernández, registró un crecimiento de 25 puntos durante la crisis sanitaria. Su gobierno tomó medidas de aislamiento social antes del primer fallecimiento e implementó una política de comunicación efectiva con el apoyo de expertos. En paralelo lanzó un plan económico de créditos y subsidios a los más pobres.