Un estudio realizado por el Observatorio de Violencia Obstétrica de la agrupación Las Casildas demuestra que durante la cuarentena hubo un aumento del maltrato en los partos. “El aislamiento social supuso para la gran mayoría de las mujeres embarazadas un cambio radical en la manera en la que estaban siendo atendidas. Recrudeció la violencia obstétrica”, dijo el licenciado en obstetricia e integrante de la agrupación, Francisco Saraceno, en comunicación con AM750.

Según las encuestas que realizaron desde Las Casildas, al 76% de las mujeres embarazadas les cancelaron algún turno de atención médica y el 59% no recibió alternativa para realizar el seguimiento. Además el 49% de los nacimientos fueron inducidos y el 50% terminaron en cesáreas.

“Claramente se vio un cambio unilateral en los acuerdos establecidos con estos equipos medicos”, comentó Saraceno. “Fueron imposiciones sin sustento científico lo que claramente representa es una vulneración en los derechos de esas mujeres y de las familias” agregó.