Hacia unos meses que Pablo Javkin no caminaba por el Paseo del Siglo más de 15 cuadras, seguramente desde la campaña que lo llevó al Palacio de los Leones. Volvió a hacerlo ayer, después de tomar examen de Derecho Internacional Público a una única alumna, que se recibió con 9, nota consensuada con el decano de la Facultad Hernán Botta y con otro docente en línea desde Australia. El intendente recorrió la peatonal, compró unas golosinas para sus hijos, desvió en Sarmiento para pasar por la puerta del bar El Cairo, donde estaba su RR.PP, el Negro Centurión y bajó por Santa Fe hasta llegar a la entrada lateral de la Intendencia a reunirse, como todos los sábados, con el equipo que conduce la batalla contra la pandemia. "Realmente disfruté esa caminata en soledad, saludé a mucha gente, todos con barbijos y muy amables. Viene bien esto para recargar energías en estos momentos", dijo a Rosario/12 el intendente que --sin que hiciera falta preguntarle-- empezó a analizar esta nueva etapa de cuarentena, que habilita salidas recreativas: "Esto lo vamos a ir viendo, domingo y lunes que es feriado y esperaremos hasta el fin de semana que viene", describió el plan, a pesar de que ayer sábado ya había más gente en la calle. "La idea es observar la conducta estos días, ver el cumplimiento de las consignas de no estacionarse en ningún lado, de no usar los parques, tampoco hay calle recreativa, sino paseo con la familia, de una hora y por el barrio" dijo Javkin, que se entusiasmó con el modelo neozelandés, donde completó una beca de estudios. En ese país, la Primera Ministra Jacinda Ardern lideró acciones contra la covid-19 basándose en un sistema de distanciamiento social que dio muy buenos resultados. "La burbuja" de la que habla la mandataria de 39 años remite a un concepto de circulación y contacto restringido al núcleo conviviente. "A mí me parece una buena idea esto de poder salir con tus hijos, o tu pareja o quienes viven juntos, no ampliarlo a otros familiares o visitas. Es un contexto seguro, sino habilitás mas contactos", dice Javkin, que lee todo lo que pasa por sus manos sobre el tema y presta especial atención a este procedimiento.

"Acá la palabra burbuja tiene una connotación peyorativa, pero se trata de una muy buena idea, que en Nueva Zelanda inclusive permitió la habilitación de las playas, y no es otra cosa que estar solo en contacto con la gente con la que convivís, y el resto a más de dos metros, sin interactuar con nadie fuera de tu 'burbuja' y con todos los elementos de seguridad", se entusiasma el intendente, quien prefiere ese sistema "al de las edades y horarios, porque además, eso en el caso de los mayores es difícil, ya que suelen estar en pie temprano y les pautaron la salida para después del mediodía, o los adolescentes, a quienes si les ponés un horario fijo se van a juntar y eso es lo contrario a los que queremos que pase".

La metodología para Rosario dispone salidas el fin de semana entre las 9 y las 17, los menores de 15 acompañados por uno de los padres, y los mayores de esa edad pueden hacerlo solos , a la hora que quieran dentro de esa franja, por espacio de 60 minutos. Si la "burbuja" funciona en Rosario --y eso se sabrá preliminarmente por el comportamiento, y luego por los números epidemiológicos-- es probable que la metodología se extienda al resto de la provincia. "Todo esto es ensayo y error, vamos a ver como funciona, cómo nos ordenamos y ver si se respeta el comportamiento y la evolución de los casos", explica el jefe comunal, al tiempo que destaca que "Rosario tuvo, después de 20 días sin casos, algunos que pudimos identificar claramente en clusters bien definidos, a partir de contactos con gente que viajaba a Buenos Aires, y eso era imposible de prever". El intendente plantea que desde el estado deben "estar atentos y extremar los controles y la detección, sobre todo porque es imposible impedir la circulación, de otro modo no tendríamos insumos, combustible o cosas fundamentales. Digo esto porque es inviable pensar en que no entre nadie que venga de Buenos Aires, por ejemplo". Javkin se mostró optimista por la situación en la ciudad: "Testeamos en los cinco distritos, en barrios como Empalme o Las Flores, y en más de 200 exámenes no tuvimos ni uno solo positivo". Sin embargo, el optimismo conlleva cautela. "Ahora vamos empezar con los testeos a personal de los geriátricos y de las empresas de transporte", adelanta y advierte que "son lugares donde, si se da un caso, probablemente no sea el único, y en el caso de los geriátricos, suele ser mas complejo", destaca a la luz de lo sucedido, especialmente en CABA.

"Es imposible impedir la circulación, de otro modo no tendríamos insumos, combustible o cosas fundamentales. Es inviable pensar en que no entre nadie que venga de Buenos Aires".

En relación al transporte, más allá de la pandemia, Javkin sostuvo que "no es posible solucionar la situación salarial sin el aporte del gobierno nacional, que sostiene que el dinero lo tienen que aportar las provincias, y las provincias dicen que no les alcanza".

Para Javkin es necesario "separar la cuestión salarial de la sanitaria. En Chaco, el gobernador Jorge Capitanich pagó los sueldos y cerró el transporte, eso es otra cosa", explica a sabiendas de que "la no circulación de colectivos es funcional a la no circulación del virus, pero no es la forma". La situación de Rosario se reedita en las principales ciudades del interior, como Córdoba, Resistencia, Paraná, Bariloche, y otros centros urbanos en los que la "recaudación es el principal sostén del sistema". "Pasaron dos meses, los subsidios estaban previstos hasta el 30 de abril y no salió la prórroga. Tal vez piensan ampliarlo, pero hasta ahora no hay nada y en unos días más se viene el tema de los aguinaldos", advierte ante lo que ya ocurrió en Córdoba, donde se realizaron marchas de protesta, con los riesgos que eso implica. Javkin prevé que el conflicto puede escalar, aún cuando la UTA nacional no sólo no se ha manifestado, sino que está deliberando en el territorio de mayor circulación del virus, como es CABA y todo el AMBA, donde el problema no es tanto el subsidio --que recibe en mayor proporción que el interior-- sino el corte de la circulación.

"Los 20 días sin casos nos complican cualquier lógica de proyección", responde Javkin cuando este cronista le pregunta sobre cómo sigue esta historia. "Los pronósticos los podemos hacer un función a los casos, y nosotros tuvimos la semana pasada dos clusters identificados y acotados por el momento, pero no podemos saber qué va a pasar con algún caso que entre de afuera. Antes, con los casos 'importados', vos tenías referencias, una suerte de padrón de viajeros y lo podías ubicar, pero ahora es como encontrar una aguja en el pajar, a todo aquel que haya estado en contacto o trabaje con alguien que venga de Chaco, de Córdoba o Buenos Aires. Estamos rodeados ", grafica y se esperanza con que "CABA y AMBA pueda cerrar ese 'fuelle', porque la sístole y diástole con la que se abre y se cierra CABA es de 1.8 millón de personas, y por eso el pronóstico es complicado. Esto nos lo comentó el ministro de Salud de Buenos Aires, Daniel Gollán, con quien mantuvimos una teleconferencia con Leonardo Caruana y el equipo de salud y al parecer se avanza a que se cierre", contó Javkin, que diferenció las estructuras de la villas de CABA y de Rosario, ya que "las de nuestra ciudad tienen otra extensión, y los ambientes cerrados que hay en la 31 de CABA no se reproducen en ningún otro lado. La OMS advirtió sobre el 'spray' de contagio, que permanece más tiempo suspendido en lugares superpoblados, edificados en altura, mucha concentración de casos y mala ventilación, consolidando la contaminación del virus, y es por eso que los testeos encuentran una alta proporción de positivos", concluyó el intendente.

"Vamos a ver como nos portamos estos días, es importante no retroceder, seguir respetando las pautas de distanciamiento e higiene y al mismo tiempo consolidar la estructura sanitaria, cuidar el recurso humano y hacer cada uno lo que tenemos que hacer", se despidió el intendente, que ya había mudado el gesto distendido que lo acompaño en las casi 15 cuadras de caminata desde la Facultad de Derecho hasta el Palacio Municipal.