El fondo de inversión Templeton aclaró públicamente que cuenta con una porción muy chica de bonos argentinos con legislación extranjera que están sujetos a la operación de canje que lleva adelante el gobierno nacional. Por ello, la compañía norteamericana consideró que está afuera de las negociaciones entre el Ejecutivo y los bonistas. En cambio, aseguró que mantiene bonos en pesos por el equivalente a unos 2500 millones de dólares. Fuentes oficiales subrayan que la negociación sigue adelante

Hay mayor acercamiento de posiciones y voluntad de maniobra, aunque todavía hay un trecho por delante. El gobierno evalúa poner en la mesa de negociación un pago este año, antes de que se abra el período de gracia de tres años o reducir el calendario de pagos. 

Por otro lado, la provincia de Buenos Aires anunció la extensión del período para presentarse al canje de sus bonos hasta el 5 de junio. "Esta nueva extensión responde a la continuidad de las conversaciones de buena fe con los tenedores de títulos que todavía no han aceptado la propuesta y a la voluntad del gobierno provincial de avanzar hacia una solución superadora que permita maximizar la aceptación", indicó la Provincia.

Templeton es uno de los jugadores de peso del mercado financiero internacional. A fines del año pasado, manejaba una cartera de activos del orden de los 698 mil millones de dólares, lo cual está bastante por arriba del valor de lo que produce toda la Argentina en un año. A pesar de la incuestionable expertise de la firma para navegar el mundo de las finanzas, Templeton apostó y perdió con los bonos emitidos por el gobierno de Macri

De hecho, los 2500 millones de dólares en bonos en pesos supieron ser 4 mil millones de dólares hace no mucho tiempo, antes de la debacle de la economía nacional. Templeton se asoció en Argentina con la firma SBS, cuyo director y socio es Gustavo Cañonero, vicepresidente del Banco Central durante la gestión Caputo y la siguiente de Guido Sandleris. El director de inversiones de Templeton Global Macro es Michael Hasenstab, quien elogiaba la política económica macrista y se entrevistó en varias ocasiones con Macri.

En medio de la renegociación de la deuda, Templeton sacó un comunicado en el cual aclaró que “no es un tenedor significativo de bonos de deuda soberana argentina regida por ley extranjera y por lo tanto no se encuentra involucrado activamente en las discusiones con el Gobierno nacional sobre una potencial reestructuración, ni es parte de ninguno de los grupos de bonistas que buscan negociar”. Detalló que sólo posee 55 millones de dólares en bonos a reestructurar, sobre un total de casi 70 mil millones de dólares que el gobierno busca canjear.

Por otro lado, las negociaciones entre el gobierno y los bonistas siguen en pie, a pesar de que ya pasó la última fecha de pago de 503 millones del 22 de mayo pasado. El hecho de que incumplimiento no haya provocado un descalabro financiero y cambiario de un default muestra que hay un entendimiento entre los bonistas y el gobierno. 

Los acreedores presentaron contraofertas reduciendo las pretensiones iniciales, aunque con montos de pago más altos y con plazos más cortos en relación a la propuesta del gobierno nacional. Se espera que el equipo de Guzmán presente una enmienda a su oferta inicial. Se baraja la idea de hacer un pago inicial antes de que comiencen a correr los tres años del plazo de gracia. Otra posibilidad es acortar el calendario de cancelación de los nuevos bonos.

Medida en términos de valor presente de los bonos, la oferta del gobierno equivale a 41 dólares, mientras que los acreedores reclamaban un valor de 65 a 70 dólares al comienzo de la negociación. En las contraofertas presentadas por grupos de acreedores, en promedio, el valor ya se ubica en 58 dólares. Se calcula que el número final del acuerdo ronde los 52 dólares, como hipótesis intermedia entre las posiciones de las partes.