Con un golazo de emboquillada sobre el arquero desde afuera del área de Joshua Kimmich, Bayern Munich se impuso este martes por 1-0 como visitante (detalle menor, dada la ausencia de hinchas) ante Borussia Dortmund y se se separó aún más de su derrotado en la tabla de posiciones de la Bundesliga. Con este resultado, los dirigidos por Hans-Dieter Flick llegaron a los 64 puntos, mientras que los del suizo Lucien Favre, únicos escoltas, se quedaron en 57, cuando restan seis jornadas para el final.

El gran clásico entre los gigantes alemanes correspondió a la tercera fecha de acción desde que se reanudó la Bundesliga luego del parate provocado por la pandemia de covid-19. Con férreas medidas de seguridad sanitaria y sin público en las tribunas, el campeonato germano intenta finalizarse con una seguidilla de partidos de fin de semana y entresemana, como el de este martes.

A pesar de la inactividad que se extendió por más de dos meses, Bayern Munich continúa de manera impoluta su camino hacia el título, con tres triunfos en tres partidos desde que se retomó la acción: 2-0 a Union Berlín, 5-2 a Frankfurt fueron los anteriores.

En tanto, además del sabor amargo de la derrota para los de Dortmund, también se llevaron la mala noticia de la lesión de su joven estrella, el delantero noruego Erling Haaland, quien tuvo que ser reemplazado a los 71 minutos (uno de los cinco cambios que realizó su equipo contra las sólo tres modificaciones del Bayern).

El tanto crucial para que el equipo visitante se quedara con la victoria lo convirtió Kimmich antes de finalizar la primera etapa. El mediocampista alemán de 25 años tomó la pelota tras un rebote y la picó por encima del arquero suizo Roman Bürki, quien alcanzó a darle un manotazo defectuoso e insuficiente al balón mientras se lanzaba en retroceso.


A Borussia se lo vio impreciso, para ser un equipo que hace culto de la tenencia del balón, pero se vio perjudicado a los 58 con una jugada polémica, cuando Haaland remató dentro del área y la pelota dio en el brazo del defensor Jerome Boateng, cuando este se levantaba del suelo tras comerse el amague del noruego y se arrojaba de espaldas para impedir el remate.

Ni el VAR ni el árbitro consideraron que hubo penal y dieron continuidad al tiro de esquina. En definitiva, un valioso triunfo para Bayern Munich y un nuevo resbalón para Boateng, recordado por ir al piso ante un regate de Lionel Messi en un duelo vs. Barcelona por Champions League.