Plácida Meléndrez Ilafaya tenía 42 años y cuatro hijos. Vivía en Profesor Salvador Mazza, el último pueblo antes del límite con Bolivia. Tres de sus hijos eran de su primer matrimonio, con Jesús Mario Manuel Maidana, y uno, un bebé de un año, con su actual pareja, Casiano Choque Carrillo, que ahora está detenido, acusado de haberla matado a golpes. Su ex esposo la recordó como una mujer muy activa, que "hacía pasar mercadería para Bolivia. La gente que compraba de acá la hablaba y pasaba (los bultos), era muy trabajadora ella, nunca se quedaba quieta". 

En cambio, lamentó Maidana, Choque Carrillo era una persona bebedora, que "no le daba ni para los pañales" del bebito. 

El crimen se cometió el 1 de junio, pero la novedad se conoció recién ayer, por información del Ministerio Público Fiscal, que indicó que Choque Carrillo está detenido, imputado de "la comisión del delito de homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género (femicidio)"

Plácida no convivía con Choque Carrillo. El 31 de mayo fue a visitarlo. En la madrugada del 1 de junio, por dichos de un vecino se sabe que mantuvo una fuerte discusión con su pareja y el hombre la habría golpeado en la cabeza. El vecino dijo que le pareció que “la estaban ahorcando”

Más tarde ella salió de la casa de Choque Carrillo y sufrió una caída en la vereda. Unas personas que pasaban en moto la vieron y como la reconocieron fueron a avisar a su pareja. Los testigos aseguran que Plácida no podía tenerse en pie, que le temblaban las piernas. Choque Carrillo la buscó y llevó hasta la casa que ella compartía con sus hijos menores de edad, un nene de ocho años y una adolescente de 15 años, que en esos días estaba acompañando a su padre, convaleciente de una operación. 

El hombre contó que la dejó en esa vivienda y se fue a la suya. Regresó a las 7 de la mañana de ese día y, según dijo, no advirtió que le pasara nada malo, sino que entendió que simplemente dormía. Dijo que recién advirtió que había fallecido al mediodía, cuando fue a buscarla para almorzar. Cuando intervino la Fiscalía Penal de Graves Atentados de Tartagal, enseguida ordenó la detención del hombre, por temor a que pudiera huir, dada la cercanía con Bolivia. En ese momento se lo imputó por abandono de persona seguido de muerte, entendiendo que tendría que haber llamado una ambulancia, si sabía que la mujer se había golpeado la cabeza al caer en la vía pública. 

Sin embargo, tras los resultados de la autopsia, la acusación mutó a homicidio, porque se determinó que la muerte fue "causada por hemorragia subdural, producida por cuatro golpes a la altura de la cabeza".

Las otras víctimas 

Plácida tenía también un hijo de 22 años, y el bebé, de solo un año, además del nene de 8 y la nena de 15. Como suele ocurrir en los femicidios, las otras víctimas directas son los hijos, que deben sufrir las consecuencias de perder a sus progenitores. Es lo que pasa con el bebé, que por ahora quedó al cuidado de otros hijos de Choque Carrillo y cuyo destino aún no se resolvió, ahora que su madre está fallecida y su padre está detenido. 

Los otros dos menores de edad tienen al padre, Maidana, quien ya expresó su deseo de tomar a su cargo el cuidado de sus hijos. Ayer Salta/12 habló con este hombre: precisó que hacía tres años que estaba separado de Plácida, pero la recordó como un mujer muy activa, con la que "siempre estábamos en contacto, ella venía a verme", porque tenían los hijos en común, y él "siempre estaba con mis hijos, iba a buscarlos". 

Sin embargo, Maidana estuvo ausente por un tiempo porque en marzo pasado fue internado para amputarle una pierna, debido a que padece de diabetes. De hecho, hace poco tiempo fue dado de alta, y su hija adolescente había ido a acompañarlo para ayudarlo en los cuidados que necesita su salud. 

Plácida era de nacionalidad boliviana. Vino joven a la Argentina. Con Maidana se conocieron en la ciudad de Salta, de donde él es oriundo. Luego, ya casados, fueron a vivir en Salvador Mazza, para estar cerca de los familiares de Plácida, algunos de los cuales residen en el pueblo fronterizo argentino y otros viven del otro lado del límite internacional, en San José de Pocitos

Desde que se separó de Plácida, Maidana alquila una habitación, pero ahora tiene previsto volver a la casa que había adquirido el matrimonio y en la que habia quedado viviendo la mujer con los hijos. "Ya cuando me acomode bien los voy a traer a los chicos", adelantó el hombre. El nene está ahora con una tía.