El Tribunal Oral Federal 2 de Salta dictó una condena a siete años y seis meses a Dimas Nicolás Huanca Cruz, quien es considerado integrante de una banda trasnacional dedicada al narcotráfico en Bolivia, Argentina y Chile. El ahora condenado insistió en que es solo un "perejil", un estudiante necesitado de dinero que aceptó llevar la carga por 2 mil dólares creyendo que se trataba de hojas de coca. 

Huanca Cruz fue detenido el 14 de diciembre de 2019 en la puna salteña, a 30 kilómetros de la frontera con Chile. Le secuestraron una carga de 462 kilos de droga , 430 de cocaína y 32 de marihuana. Este es hasta ahora el mayor secuestro de droga investigado bajo las reglas del sistema acusatorio, que acaba de cumplir un año de vigencia en Salta y Jujuy, dado que comenzó a aplicarse el 10 de junio de ese año. La condena fue requerida por el fiscal general Francisco Snopek.

La droga era transpotada en la caja y en la cabina de una camioneta especialmente acondicionada para la travesía propia de un rally, y estaba siendo llevada a Chile, país donde se calcula que el cargamento, valuado hasta el momento en un millón de dólares, iba a duplicar su valor.

La sentencia se dictó en la vuelta del TOF Salta a la sala con audiencias presenciales tras las restricciones por la pandemia. 

El 16 de marzo pasado el fiscal Snopek ratificó la investigación penal y en la audiencia de control de la acusación se determinó que Huanca Cruz fuera juzgado por tentativa de homicidio, resistencia a la autoridad y transporte de estupefacientes.

En el debate, los testigos, la mayoría de ellos integrantes del Escuadrón 22 de San Antonio de los Cobres de Gendarmería Nacional, relataron cómo la madrugada del 14 de diciembre de 2019, sorprendieron a Huanca Cruz conduciendo una camioneta Toyota Hilux en un camino de huella, en la Cordillera de Los Andes, entre la Mina La Casualidad y Cerro Moño, a 4.180 metros sobre el nivel del mar y a solo 30 kilómetros de Chile. Dos gendarmes le dieron la voz de alto, en lugar de hacerlo el conductor avanzó contra ellos. Un gendarme disparó y averió el motor de la camioneta y una esquirla de otro disparo hirió en la pierna a Huanca Cruz.

El joven declaró antes de los alegatos e insistió en su inocencia, reiterando la versión que viene dando en las audiencias previas. Que creía que llevaba hojas de coca y que aceptó hacer el transporte porque necesitaba la plata para seguir sus estudios. 

Una camioneta acondicioada

Sin embargo, en su alegato el fiscal Snopek describió a Huanca Cruz como un eslabón de una importante organización trasnacional dedicada al narcotráfico, con operaciones de envergadura, sofisticación y un entramado estructural de gran porte

El fiscal destacó también que en el interrogatorio el ahora condenado demostró tener conocimiento del trayecto recorrido desde Bolivia hasta el punto en que fue detenido. Asimismo, resaltó que la camioneta estaba especialmente acondicionada para llevar su carga, con una caja automática, doble tracción. El vehículo había sido robado en Buenos Aires y se le habían realizado adaptaciones, entre ellas tenía una luz especial en el frente, que alumbra al suelo y sirve para viajar de noche casi sin ser vista.

Snopek indicó también que el joven llevaba un teléfono satelital, que utilizó para contactarse con su familia. Y atacó el supuesto desconocimiento de Huanca Cruz sobre el hombre que iba con él y logró escapar, a quien el acusado describió como apenas conocido, pero se logró determinar que era su compañero en la escuela y que se conocían de larga data.

El fiscal dio detalles de una serie de intervenciones telefónicas que surgieron del análisis del teléfono secuestrado, lo que permitió conectar a Huanca Cruz con una organización que había realizado ya otra operación por 180 kilos de drogas, con evidencias de amplios contactos y estructura para el tráfico en los países mencionados.

Snopek pidió que Huanca Cruz fuera condenado por transporte de estupefacientes y la tentativa de homicidio de dos de los gendarmes. El defensor, el abogado Santiago Pedroza, pidió que fuera absuelto por la tentativa de homicidio, entendiendo que de los testimonios de los gendarmes no quedó claro que Huanca Cruz hubiera querido matarlos. También insistió en la versión del estudiante necesitado y pidió la absolución por la duda. 

El tribunal, integrado por la jueza Gabriela Catalano y los jueces Domingo Batule y Abel Fleming, declaró a Huanca Cruz responsable del delito de transporte de estupefacientes tal como había solicitado la fiscalía. Los magistrados destacaron que el joven es efectivamente un estudiante universitario y sería una ingenuidad sostener que desconocía la carga real que transportaba. En cambio, interpretaron que no hubo tentativa de homicidio, pero sí un atentado a la autoridad. 

El sistema acusatorio prevé que luego de establecer las responsabilidades penales se debate el monto de la pena. El fiscal pidió nueve años de prisión; la defensa solicitó cuatro años y seis meses. El tribunal impuso siete años y seis meses.