El policía Elvio Rolando Aguirre fue imputado como autor del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en el marco de la investigación que se lleva adelante por el femicidio de Liliana del Valle Flores, cometido el 24 diciembre último en el pueblo de Cerrillos, a 15 minutos de la ciudad de Salta. 

El Ministerio Público Fiscal informó que el policía fue detenido el martes último, y adelantó que se ampliará la acusación en su contra porque se comprobó que mientras cumplía la consigna fija y personal que se le había asignado a la víctima, "atendía asuntos personales al momento del ataque". 

El fiscal penal 3 de Graves Atentados contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt, que interviene en el caso, precisó que ampliará la acusación contra Aguirre por el delito de abandono de persona seguido de muerte.

El policía ya estuvo detenido desde el momento en que se cometió el asesinato, pero luego recuperó la libertad, ahora se lo detuvo nuevamente en virtud del agravamiento de la acusación. 

Liliana del Valle Flores, de 25 años y madre de dos hijos pequeños, fue asesinada a tiros la mañana del 24 de diciembre de 2019, por su ex pareja, el policía Hegdar Exequiel Almirón, quien se suicidó tras este ataque homicida, delante de los niños, que eran también sus hijos. 

Hablando por teléfono 

El fiscal Torres Rubelt informó que en el marco de la investigación de este femicidio pidió la nueva detención de Aguirre porque por dichos de testigos y del análisis de su teléfono celular, se pudo comprobar que en el momento en que Almirón atacaba a la joven dentro de su casa, el policía que debía custodiar la vivienda "se encontraba manteniendo una comunicación telefónica personal con una mujer, la que interrumpió al escuchar los disparos y para comunicarse con la dependencia policial de la que dependía".

El fiscal destacó que horas antes se había producido un hecho de violencia familiar que motivó que la joven denunciara que su ex pareja la había golpeado y amenazado con un arma de fuego. En este marco, Torres Rubelt enfatizó que la consigna fija que se la había asignado "debía velar por su bienestar y el de sus hijos hasta que Hedgar Exequiel Almirón fuera detenido".

Según el fiscal, el policía de custodia estaba en la puerta de la casa, pero, distraído con una comunicación telefónica, no advirtió que Almirón entraba a la casa por la parte posterior y solo se alertó cuando escuchó los disparos. Cuando entró, la joven estaba ya mortalmente herida y el femicida se disparó a sí mismo.