Se aceleran los contagios de la Covid 19 en Buenos Aires y el Conurbano, ahora rebautizados y acumulados bajo el africanizado término AMBA, pero afortunadamente en Salta volvimos al ritmo de goteo, con casos individuales casi todos importados y sin ningún tipo de circulación viral, ni siquiera en Orán donde por primera vez se utilizó el término contagio por contacto estrecho, y que en la tarde de ayer sumó otros dos casos de este tipo.

Hasta ahora hay 25 diagnosticados en Salta, contabilizando a los dos que se escabulleron a Neuquén y que fueron reclasificados en la estadística de esa provincia, ante la sospecha de que el contagio se dio en ese lugar. Por eso los números oficiales se plantaron en 23, pero, casos más casos menos, lo concreto es que la situación se encuentra bajo control y la etapa de Distanciamiento por el momento no corre ningún tipo de peligro.

Cada vez más se plantea como será el futuro después de la pandemia, sin embargo, esta semana el norte tuvo un salto al pasado, el duelo de caudillos entre los gobernadores Sáenz y Morales, rememoró las luchas interprovinciales del mediados del siglo XIX. La diferencia estuvo en que en ese momento las disputas se zanjaban con una invasión.

En este caso el conflicto se aggiornó a los tiempos que corren y el arma elegida para el duelo resultó Twitter. Por eso toda la disputa se hizo a los ojos de los espectadores que miraban la situación entre incrédulos y divertidos, sin entender por qué una discusión entre dos mandatarios provinciales incluía entre los argumentos, por ejemplo, a la abuelita de uno de ellos.

Igual, ambos reflexionaron, bajaron decibeles y anunciaron que sellarán la paz bajo la atenta mirada de Martín Miguel de Güemes, ya que los dos serán parte de los actos al pie del monumento al héroe gaucho, en los que se rendirá homenaje al prócer por el 199 aniversario de su muerte, pero también a toda la gesta independentista que protagonizaron los pueblos salteños y jujeños, grandes responsables de que Argentina tenga los límites actuales.

Suerte para ellos que la estatua de Güemes está a unos 25 metros de altura, porque capaz si los tenía a mano les hubiese asestado un cocacho a cada uno de los gobernadores a modo de correctivo, y bien ganado lo tendrían.

Hablando de altura, el senador Guillermo Durand Cornejo, claramente el más locuaz de ese modoso cuerpo deliberativo, clavó una terrible duda dentro del gobierno con su queja sobre la forma en la que se están autorizando las actividades post cuarentena, lo que considera se hace sin lógica y fundamento científico. Dicho en criollo, piensa que están dictando medidas “a ojo” y con restricciones sin sentido, empezando por los límites horarios a distintas actividades.

“¿No habrá un enanito fascista por ahí escondido que le gusta tener a las personas con sus libertades constreñidas?”, lanzó el senador refiriéndose al gobierno, sin aclarar si ese enanito era una figura retórica o un ser de carne y hueso. Por lo pronto cuentan que Durand Cornejo se ganó la antipatía de varios funcionarios que están por debajo del metro setenta; aunque se desconoce si el enojo de los aludidos es por la calificación ideológica o por la referencia a la altura.

Laburo y la falta de

La situación laboral será uno de los ejes que deberán hacer frente el país y la provincia en los próximos meses. Si bien ésta fue la primera semana en mucho tiempo en la que el ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, no advirtió que estamos peor que en la Segunda Guerra Mundial (no lo dijo porque nadie se lo preguntó, no porque haya mejorado la situación).

En ese contexto los puestos laborales caídos se cuentan de a miles, en los últimos días se conocieron los casos de 700 personas cesanteadas por una contratista del Ferrocarril Belgrano, hay otras 330 despedidas de una minera cortando la calle frente a la sede de la empresa y, si bien ya volvieron los comercios, el freno por la cuarentena dejó el tendal de locales vacíos y empleados desocupados.

A esto hay que sumarle la discontinuidad de los trabajos no registrados, dícese changas, y la construcción, aunque la reciente apertura de la cuarentena fue restableciéndolos. Pero igualmente por la informalidad de ambos sectores, que los convierte en invisibles, acertarle al número exacto de gente sin trabajo es más difícil que embocarle a los seis que se necesitan para ganar el Quini.

Por lo pronto, el último informe del Indec que midió el cuarto trimestre de 2019, dejó a Salta con una base del 10,3 de desocupación, casi dos puntos por arriba de la media nacional y la más alta del NOA, por lo que la lógica pandémica haría suponer que ese número creció en estos meses.

En donde se revirtió esa tendencia de pérdida del empleo fue en la Corte de Justicia, que en un alarde de prosperidad sumó dos jueces más en pos de una celeridad judicial que muchos especialistas y conocedores de los pasillos de tribunales sospechan no pasa por agrandar el máximo tribunal de la provincia.

“El movimiento se demuestra andando”, decía el filósofo griego Diógenes. Por eso la mentada aceleración en la Justicia que argumenta el gobierno, se comprobará cuando entren en funciones los dos nuevos cortesanos. “Pues andemos”, remataba Carlitos Balá a la frase de Diógenes, y ese andar, de resultar positivo, será la tabla de salvación que justifique el costo económico de dos estructuras nuevas en el ámbito de la Justicia.

Cálculos monetarios estiman unos 24 millones de pesos anuales para montar ambas estructuras en su versión más básica, o sea ajustada en personal y recursos, pero que de optar por alguna opción premium podría duplicarse ese costo.

Desde el gobierno dijeron que no representará un peso más de presupuesto y que ya están previstos los fondos, considerando que la provincia se rige con la prórroga de los números del 2019, la explicación lógica es que algunos sectores se verán recortados para juntar la plata que se necesita en la nueva Corte. El famoso desvestir a un santo para vestir a otro.

De música pesada

Tal como se sospechaba, el decreto 255 dictado por el gobierno para sancionar las violaciones a la cuarentena y el no uso del barbijo, fue la partitura ideal que necesitaba un sector de la Policía para ejecutarla a gusto y piacere.

Las denuncias sobre abusos que se cometieron en esta pandemia invocando al decreto se replican en distintos puntos de la provincia y adquieren ribetes de escándalo en Rosario de la Frontera, donde tuvo que ir la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, para respaldar a estas personas que pasaron horas de terror por no tener barbijo o estar fuera de su casa en horarios no permitidos.

La inconveniencia de concentrar acusación, investigación y sanción en una misma figura, en este caso la Policía, fue advertida hasta el hartazgo por organismos de Derechos Humanos, instituciones y profesionales. En este caso los nefastos augurios sobre el mal uso del decreto se cumplieron plenamente y lejos estuvo el DNU 255 de ser una simple herramienta disuasiva, como la calificaron desde el Gobierno.

Amigos son los amigos

Volviendo a la política. Extraña forma tiene este oficialismo de ser oficialista. En lo que va del año legisladores e intendentes de General Güemes denunciaron penalmente a la ministra de Salud, diputados de los bloques saencistas instalaron el déficit habitacional en agenda que derivó, entre otros motivos, en tomas de tierras masivas. En el Senado, como se narró en los primeros párrafos, Guillermo Durand Cornejo castiga todas las semanas y en ese mismo cuerpo Carlos Kety Roso, enojado por la falta de respuestas, dijo que el ministro de la Producción, Martín de los Ríos, no merece llevar el poncho salteño al hombro.

Evidentemente no serían de las mejores las relaciones entre el gabinete y los legisladores, algo que habitualmente sucede, pero que no se daba con tanta exposición pública. Con la gestión anterior los platos sucios se lavaban en casa, ahora directamente a los platos sucios se los tiran por la cabeza.  A esta altura ya están en condiciones de patentar el Opoficialismo

Mientras, la oposición prácticamente solo mira y mira. No se sabe si aplican la prudencia de Napoleón Bonaparte, que dijo que cuando el enemigo se equivoca no hay que interrumpirlo, o simplemente se trata de que el oficialismo le arrebató la iniciativa a la hora de cuestionar al gobierno.

El Frente de Todos se debate en el dilema de no tener un líder, pero sí muchos referentes, que se manejan más con una metodología de francotiradores que con la de un equipo. Un claro ejemplo es que en una misma semana Sergio Leavy le gestionó plata para obras a Bettina Romero, el diputado Franco Hernández salió a pasear por la ciudad con la intendenta y la concejala Laura García (también del FdT), por el contrario le cantó las 40 en el recinto por el tema de la basura.

Si a nivel nacional el presidente Alberto Fernández es el faro que guía a los propios y a los ajenos que se quieren convertir en propios, en la provincia el gobernador Sáenz sigue rankeando alto en las encuestas de imagen e incorpora sectores del viejo urtubeicismo que aún subsistían por afuera del saencismo, como es el caso de Libres del Sur

El intercambio con los ¿Ex? opositores, incluyó la clásica visita del gobernador a un comedor bancado por la organización, la prenda de acuerdo con la que Carlos Morello cerró sus últimas díscolas alianzas.

En tanto, Bettina sigue autogestionándose sus propias cruzadas. A la enemistad manifiesta con los concejales, todavía no logra cuajar una buena relación con los empleados municipales, que cada tanto le anuncian un paro, el próximo, la semana que viene.

Por otro lado los agentes de tránsito se le rebelan y no quieren saber nada con perder la potestad de hacer multas, sin ese superpoder se sienten desnudos en la calle, saben que en la práctica hasta los permisionarios del estacionamiento medido tendrán más atributos que ellos para retar a los automovilistas.

Y todo esto con el telón de fondo de una renovación del contrato de recolección y disposición final de residuos que parece generará varios cruces con los ediles, que siguen sin estar convencidos del pliego que propone el Ejecutivo.

Una de las acusaciones que recibe Romero es que quiere privatizar o tercerizar el funcionamiento de la municipalidad. De ser así, no constituye novedad y además habrá caído en la misma tentación que sus dos más inmediatos antecesores: Miguel Isa y Gustavo Sáenz.

Durante el mandato de Isa, año 2005, el transporte público pasó a la órbita provincial, mediante una cesión de derechos que hizo la municipalidad a la AMT. Solamente por eso la furia de los remiseros no se concentró esta semana en el CCM, sino en la Legislatura, de donde la Policía los sacó a palos, empujones y balas de pintura, en una represión que dejó siete detenidos y varios golpeados, entre lo que se incluyen choferes, agentes y periodistas.

En tanto, en 2009 hizo su ingreso estelar la Agrotécnica Fueguina para levantar y tapar la basura y ya dos años antes lo había hecho Lusal, encargada del alumbrado público y los semáforos.

En su mandato Gustavo Sáenz ratificó todos los contratos y a punto estuvo de llamar a licitación para delegar el mantenimiento de las plazas de la ciudad.

A Romero apenas asumió la dejaron sin cooperadora y por ende sin la caja que eso representaba para la asistencia social. En tanto ahora se ejecutará el convenio que delega responsabilidades de tránsito municipal a la policía vial.

Por lo que sin transporte, alumbrado público, semáforos, recolección de residuos, asistencia social y tránsito, la municipalidad, en vez de manejarse con una Carta Orgánica va rumbo a regirse con el manual de operaciones de un Pago Fácil.