Después de largas jornadas de trabajo entre el Ministerio de Cultura de la Nación y una mesa sectorial representada por diversos colectivos vinculados a la música, el viernes se aprobó “en absoluto consenso” el “protocolo general para la actividad musical”. La novedad es que este protocolo no solo habilita la actividad en salas de ensayo, estudios de grabación y espacios para realización de streamings –siempre sin público presente--, sino que también permite las clases de música, un trabajo que no estaba incluido en el acuerdo aprobado en territorio porteño. Aunque la resolución todavía no está en el boletín oficial, el anuncio se dio a conocer a través de la página web de Cultura Nación y en sus redes oficiales.

Con la finalidad de “organizar el regreso a la actividad de manera segura y responsable”, la normativa está pensada para zonas geográficas en estado de fase 3 y 4 de la cuarentena, con la posibilidad de ser adaptado a las siguientes fases de acuerdo a lo permitido en cada municipio y gobernación. “Desde el Ministerio de Cultura estamos muy satisfechos y queremos felicitar a todos los que han trabajado en conjunto en la elaboración de este protocolo para todo el sector”, sostuvo el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, en un comunicado de prensa. “Hay que seguir trabajando en unidad porque es la única forma de generar soluciones y dar respuestas a las necesidades de todos los sectores de la cultura. Tenemos la prioridad de atender a la salud de todas y todos y por eso es importante estar atentos a las diferencias entre las regiones, las provincias y los distritos”, precisó Bauer.

El aspecto más novedoso de este protocolo es que habilita la realización de clases de música con hasta 10 personas (un docente y nueve alumnos), "dependiendo del espacio de la actividad, todos sentados, con barbijos, con distanciamiento social para músicos dentro de la sala (1.50m de costado y 2m enfrentados)", precisa el nuevo protocolo.

En líneas generales, la normativa establece: desinfectar de manera estricta todos los instrumentos, herramientas, equipamientos (incluso celulares) y espacios (salas, estudios, teatros) antes y después de la actividad, ventilar los ambientes cerrados con regularidad, lavar y desinfectar manos (con agua y jabón o alcohol en gel), mantener la distancia social de 1.50 metros entre personas (no contacto físico), usar tapabocas de manera permanente (salvo en el momento de realizarse la tarea), no compartir utensillos personales y aislar en caso de que alguno de los participantes manifieste síntomas de COVID-19, “medidas de protección y de prevención prácticas emanadas de recomendaciones” de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud nacional.

Además, para ingresar al espacio toda persona deberá presentar una declaración jurada de datos personales de salud, la cual deberá será enviada previamente al responsable del espacio o a la app Cuidar de Presidencia de la Nación. El protocolo completo se puede ver en este link: https://www.cultura.gob.ar/media/uploads/propuesta_protocolo_actividad_musical.pdf

La mesa de trabajo estuvo conformada por asociaciones, sindicatos, federaciones y cámaras que representan a los diferentes colectivos del sector musical junto a funcionarios de la Subsecretaría de Industrias e innovación de la Provincia de Buenos Aires, la Dirección de Desarrollo Cultural de Ciudad de Buenos Aires y la Superintendencia de Riesgo de Trabajo, “organismo competente para establecer este tipo disposiciones”. “En todo momento, el trabajo colectivo plantea un compromiso en fortalecer las acciones de prevención de salud y seguridad en el sector cultural, y en paralelo contribuir a definir pautas de la viabilidad que conduzcan a la apertura de la actividad musical de manera responsable y profesional”, fundamentan en el protocolo.

Entre los colectivos y asociaciones de la industria musical, participaron el Instituto Nacional de la Música (Inamu), la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet), la Asociación de Técnicos e Ingenieros en Audio (Aatia), la Asociación Civil de Managers Musicales Argentinos (Acmma), la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura (Aaapac), el Sindicato Argentino de Músicos (Sadem), la Unión de Musicxs Independientes (UMI), la Red de Mujeres en el Sonido (RMS), la Cámara de Clubes de Música en Vivo (Clumvi), la Asociación Civil de Disck Jockey Argentinos (Adisc), la Federación de Entidades de Discotecas de la República Argentina (Fedra), la Federación Argentina de Músicos (FA-MI) y la Red de Producción, entre otros.

Por otro lado, el protocolo para la “creación, interpretación, grabación en estudio y transmisiones vía streaming” que fue aprobado en Ciudad de Buenos Aires a comienzos de junio recibió este viernes una modificación. Según informó la web de Buenos Aires Ciudad, el protocolo amplió el rango de espacios habilitados para el desarrollo de actividades musicales, con previa notificación al Ministerio de Cultura porteño y declaración jurada de aceptación del protocolo.

Según se detalla, se podrán realizar actividades –siempre sin público- en clubes de música, salas de ensayo, teatros, estudios de grabación de sonido, espacios culturales independientes, centros culturales, teatros independientes, salones de milonga, peñas, estadios cubiertos, locales de baile clase C, locales de música, canto y variedades, estudios de filmación y fotografía, estudios de radio, estudios de televisión, espacios culturales y teatros de gestión pública. La resolución aún no figura en el boletín oficial.

Para poder desarrollar las tareas en las condiciones establecidas por el protocolo vigente se deberá descargar el formulario y enviarlo por mail a [email protected] cinco días hábiles previos a la realización de la actividad. Más información en https://www.buenosaires.gob.ar/cultura/noticias/protocolo-para-el-desarrollo-de-actividades-musicales