Las ventas en supermercados aumentaron 21,2 por ciento en enero respecto del mismo mes del año pasado. Así lo informó ayer el Indec. La inflación de ese período, según datos de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, se ubicó en el 38 por ciento. Esto implica que hubo una caída del consumo medido en términos reales de casi 17 puntos porcentuales. El sector despidió a casi 1800 trabajadores en doce meses. La facturación de los shoppings (centros de compras) subió 22,8 por ciento en igual mes, lo que equivale a una baja de la demanda de 15 puntos porcentuales al descontar la inflación. El Gobierno, pese a estos indicadores, insiste en que la economía salió de la recesión desde finales de 2016 y que la expansión continúa en la primera parte de este año.

Supermercados

El informe del Indec permite evaluar la magnitud de la depresión del mercado interno. A más de un año de la mega devaluación del macrismo, el consumo sigue en fuerte baja y la facturación de los supermercados no logra repuntar en términos reales. La merma de enero de este año se suma a la caída que ya se había registrado en enero de 2016, cuando las ventas de los supermercados subieron al 27,6 por ciento y la inflación era del 29,6 por ciento, es decir un retroceso real del 2 por ciento.

En todas las regiones del país hubo una contracción en las cantidades comercializadas en enero pasado, con facturaciones aumentando debajo de la inflación del 38 por ciento. Ciudad de Buenos Aires sumó ventas por 4040 millones de pesos, un avance del 23,4 por ciento interanual. A su vez, los 24 partidos del Gran Buenos Aires anotaron 6819 millones, con alza del 20,1 por ciento, mientras que en Córdoba fueron 1332 millones (22,1 por ciento), en Chubut 958 millones (24,4 por ciento), en Mendoza 1474 millones (22,9), en Santa Fe 1251 millones (20,6), en Tucumán 532 millones (17,8) y en Entre Ríos 488 millones (20,6). 

La facturación de alimentos registró una caída real de 16 puntos porcentuales, al destacarse la baja en carnes, lácteos y panadería. En cuanto a los artículos de limpieza, se anotó una reducción del consumo del 22 por ciento, en los textiles e indumentaria, de 13 por ciento, y en electrónicos, del 15.

El empleo de los supermercados sumó 98.813 individuos en enero, al marcar una reducción del 1,8 por ciento respecto del mismo mes de 2016 (1778 trabajadores menos) y una contracción del 0,4 por ciento contra diciembre (390 despedidos). Sobre ese total, los gerentes y supervisores representaron 11.001 puestos, con una caída del 8,2 interanual (902 cesanteados) y del 0,2 por ciento mensual (22), mientras que los cajeros y administrativos totalizaron 85.812 personas, con una disminución de 1,0 (858) y 0,5 (429) por ciento.

Shoppings

La recesión se sintió más en el conurbano bonaerense, con centros de compras que registraron una caída del 18 por ciento en el nivel de ventas medido en términos reales, al tiempo que en la Ciudad de Buenos la contracción fue del 13 por ciento. En lo que refiere a los productos con mayor impacto, se destacaron las bajas de la perfumería y farmacia (15 por ciento), librería y papelería (18 por ciento), electrónicos y electrodomésticos (16 por ciento), ropa y accesorios (24 por ciento) e indumentaria y calzado (20 por ciento). La caída en los patios de comida fue del 1 por ciento y en amoblamientos, del 2. En contraste, el rubro juguetería anotó un alza del 3 por ciento de la facturación en términos reales y esparcimiento, del 10. El Indec no precisó la evolución de los puestos de trabajo en los centros de compras, puesto que discontinuó la publicación de este informe en los primeros meses del año pasado.