Al rescate de Aída Carballo (1916 - 1985)
Puro contraste
Pasó demasiado tiempo en instituciones de encierro que no acabaron con su arte ni con su flequillo despeinado ni con el deseo de caricias que tallaba para convertir en grabados. Se la tiene por la primera grabadora argentina, aunque más que por el orden de llegada porque sigue siendo maestra.
















